Siempre se habla de la importancia de la ciencia, es cierto que gracias a ella se logra el desarrollo tecnológico que sustenta nuestra civilización, pero, esa no es la única motivación. No hay que olvidar que existe mucha belleza en ella, recordemos que cualquier persona con la disposición suficiente puede comprender explicaciones científicas, y, al comprender, fascinarse.
El asombro y todos esos sentimientos que nos hacen suspirar, abrir más los ojos y decir «wow» es lo que debe provocar la divulgación científica. Y aunque no soy nadie para decir cómo hacer divulgación si soy alguien para decir que aprecio las cosas bellas, de hecho todos los seres humanos las apreciamos, pero, hay distintos niveles, habrá algunos que puedan apreciar la belleza de un cuadro abstracto, el gusto amargo de un buen café o el sabor de la cerveza artesanal, de la misma manera lo bello en la ciencia podría parecer algo difícil de apreciar.

Divulgación científica para goce del público
Desde luego que aquí hay subjetividad, lo bonito para algunos es feo para otros, pero podemos estar de acuerdo en que ciertas cosas son generalmente reconfortantes, se prefiere la melodía al ruido, el dulce a lo amargo etc.
Naturalmente los individuos buscan placer, si le mostramos a la gente lo asombrosa y placentera que puede ser la ciencia, ellos la buscaran por si solos, una prueba de esto es la existencia de varios canales de divulgación científica en YouTube, existe un público interesado en la ciencia porque, valga la redundancia, la ciencia es interesante. Sin embargo, hay que constatar que es poco el ocioso público interesado en la ciencia comparado al que hay para el entretenimiento barato.

No necesariamente estoy usando la connotación negativa del adjetivo «barato», es decir, generar interés en el público por medio del atractivo físico o a través de hacerlos empatizar con situaciones chuscas es batallar poco, resulta muy económico utilizar lo que la gente puede gozar con facilidad, pues la gente lo prefiere, y no hay que juzgar a las personas por consumir este tipo de entretenimiento, todos hemos de hacerlo alguna vez, porque la razón de que algunas cosas sean fácilmente placenteras es meramente instintiva, lo que si esta mal es que la gente solo conozca este tipo de contenido y no considere invertir tiempo de esparcimiento para asombrarse con un buen artículo o video de divulgación científica.
Por otra parte, hacer que el público disfrute del conocimiento científico puede ser más complicado, pero, recordemos que todo lo que vale la pena es así, complicado. Vale la pena generar interés en la ciencia porque, como alguna vez dijo Carl Sagan en su última entrevista:
«Estamos organizando una sociedad basada en la ciencia y tecnología, en la cual nadie comprende algo acerca de la ciencia y tecnología, esta mezcla combustible de ignorancia y poder tarde o temprano va a explotar en nuestras caras, quiero decir, ¿Quién está dirigiendo la ciencia y tecnología en una democracia de gente que no sabe nada acerca de ellas?.»
Si queremos que nuestro futuro esté asegurado y sea próspero, algún día tendremos que empezar a preocuparnos, fomentar interés en la ciencia y tecnología es parte fundamental de esto, y, para lograrlo de manera eficaz conviene hacer uso de la belleza que representa la ciencia no sólo como un campo de conocimientos sino como una forma de pensar y actuar.
Desde luego, usted puede pensar que el goce de la ciencia es exclusivo para los que están versados en ella, e introducir a todo el mundo en los tecnicismos de la ciencia sería impráctico, difícil e insatisfactorio, pero no es así, o por lo menos no debería ser así, ya que, el ser humano es naturalmente curioso, podemos sentir asombro poseemos una mente que puede razonar y por ende entender argumentos.
Una científica que trabaja en un acelerador de partículas puede saber muchas cosas que el público en general no sabe, pero su cerebro es igual al de cualquier otro ser humano y puede estar motivada por la misma pregunta que haría una niña de 6 años: ¿De qué estamos hechos?
Imagen de Pixabay
Existe una apreciable cantidad de divulgadores científicos de habla hispana que en totalidad poseen un público que debería ser mayor, pues muestran un contenido verdaderamente agradable para cualquier persona, porque insisto, la ciencia es emocionante, apasionante y divertida, es un problema grave el que mucha gente no tenga consciencia de esto ya que de existir un mínimo interés espontáneo en la ciencia muchas cosas podrían cambiar.
Pensemos por ejemplo en el fútbol, es algo que le gusta a muchísimas personas, (el maravilloso equipo de CuriosaMente lo explica en este video), es el deporte más popular del mundo y además hay bastantes aficionados en nuestro país, practicar este deporte resultaría en una vida más sana, pero, ¿qué hay de ir a un estadio a ver un juego o verlo por televisión?.
Como tal no representa un beneficio para la sociedad, esto no necesariamente significa que sea malo, a nuestros paisanos simplemente les gusta y esa es la razón de que haya varios estadios en nuestro país, quiero decir, dime hacia dónde mira la sociedad y te diré hacia donde va el dinero, basta ver las ganancias de muchos deportistas o artistas populares.
Si se diera una dificultad para que la gran mayoría disfrutara de este deporte habría gran molestia y el gobierno tendría que intervenir, ¿no es así?, de la misma manera no deberíamos dejar que nuestro gobierno inconstitucionalmente destine menos del 1% del PIB a la Ciencia y Tecnología.
En conclusión, la ciencia es más que un cuerpo de conocimientos, el público debe saber que es una enorme oportunidad para despertar la belleza de nuestra naturaleza humana, debería ser apreciada y procurada de manera natural, en este bonito proyecto de Sólo es Ciencia siempre tendrás una oportunidad para asombrarte con ella.
Un comentario en “La ciencia es placentera”