El Joker (o el guasón, como se llamó en gran parte de Hispanoamérica) fue una película con éxito rotundo. Se lanzó en 2019 y se categoriza como suspenso y drama psicológico. Al ser basada en el personaje de DC comics, el Joker, no fue sorpresa que en poco tiempo se convirtiera en la película clasificación R más taquillera de la historia, alcanzando incluso los 100 millones en taquilla.

Parte de su éxito se atribuye a Joaquín Phoenix, actor que interpreta al Joker en la película. Sin duda los premios que recibió a raíz de su actuación, incluyendo un Óscar, fueron bien merecidos. Un aspecto clave que Joaquín Phoenix supo interpretar a la perfección fue la risa extraña y casi dolorosa del Joker pero, ¿sabemos por qué el Joker se ríe así?
La teoría que personalmente comparto, y la más aceptada, es que el joker padece de epilepsia gelástica.
Se trata de trastorno neurológico muy poco frecuente, se estima que representa el 0,2% del total de todos los tipos de crisis epilépticas.
El síntoma principal es, como el nombre lo indica (la palabra «gelástico» proviene del griego y puede traducirse como risa), un ataque de risa involuntario e incontrolable. El paciente no presenta esta risa por algún motivo social o interno que le haya causado gracia, sino que es una risa completamente desmotivada y, en muchos casos, dolorosa.
Normalmente la risa de una epilepsia gelástica dura al rededor de un minuto y cesará como comenzó, de forma repentina sin ningún estímulo externo o interno.

Otras patologías, como la parálisis pseudobulbar o el síndrome de Angelman, pueden presentarse como síntomas adicionales. Es importante realizar diversas pruebas como una resonancia magnética o un electroencefalograma, para poder tener un diagnósitco adecuado antes de tratarlo como una epilepsia gelástica.
La causa más común de este padecimiento es un hamartoma hipotalámico (HH), que es un tipo de tumor, usualmente asintomático, en el hipotálamo. Los HH son tumores benignos compuestos por tejido ectópico neuronal y glial.
También puede ser causado por crecimientos tumorales en los lóbulos frontales o temporales, pero esto es más probable en pacientes ancianos con enfermedades neurodegenerativas.

Imagen: Asociación Española de Pediatría
Hablando del tratamiento, al tratarse de una epilepsia, se debe manejar de forma similar a otras epilepsias. Se controla con fármacos antiepilépticos y, en algunas instancias, con cirugía.
Desde el punto de vista pediátrico es importante notar que los pacientes menores de un año que padecen este tipo de epilepsia, no responden de la misma manera al tratamiento con fármacos antiepilépticos e, incluso, pueden llegar a causar deterioro intelectual y cognitivo.

Uno de los aspectos a aclarar es que la actitud violenta que presenta el joker conforme avanza la película no está asociada con la epilepsia gelástica.
Claramente uno de los factores que más afectan al paciente es el aspecto social. No es tan común que se encuentre a alguien con esta enfermedad de manera cotidiana, pero los pacientes, al reírse de manera espontanea y no poder detenerse, pueden ser percibidos de manera extraña e incluso pueden llegar a sufrir rechazo.
«Lo peor de tener una enfermedad mental es que la gente espera que te comportes como si no la tuvieras.»
The joker
Hay una diferencia marcada con este tipo de epilepsia. Otros tipos de epilepsia, por ejemplo, suelen ser caracterizadas por desmayos y perdida de conciencia. Pero un paciente con epilepsia gelástica puede comenzar a reír en un momento inoportuno y, la incapacidad de parar, puede suponer estrés añadido.
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– A. Ivana Arbeláez