¿Qué es normal? Es una pregunta difícil de responder. Cada uno de nosotros entiende por normal lo que sucedía antes de la pandemia. Pero, ¿realmente eso lo era?
Nadie imaginaba que a principios de año un nuevo microorganismo fuera a confinarnos en nuestras casas por un largo tiempo. Muchos de nuestros planes tuvieron que cambiar, y otros simplemente ya no pudieron ser realizados.
La pandemia del COVID-19 vino a mostrarnos que no somos tan fuertes como pensábamos y que no estamos listos frente a nuevas pandemias (y crisis económicas). Quizá nunca lo estemos.
Se nos ha repetido hasta el cansancio que debemos quedarnos en casa y salir solamente para lo indispensable, pero parece ser que, como dicen coloquialmente, por un oído nos entra y por el otro nos sale. Todos hemos sido culpables, en cierta medida, de que la pandemia del SARS-CoV-2 siga vigente en nuestro país. Nunca rebrotó, solamente repuntó.
Le exigimos al gobierno, (al cual no defiendo y del que no soy partidario), que asuma su responsabilidad frente a la pandemia, pero por nuestra cuenta seguimos haciendo fiestas, creemos paparruchas sobre el tema, seguimos viajando dentro y fuera del país, aglomeramos negocios, entre otras cosas. Como leí por ahí alguna vez: Merecemos la extinción.

Ya tenemos vacunas que combaten al COVID-19. La primera de ellas anunciada con bombo y platillo fue la de Pfizer, que rápidamente empezó a distribuirse por todo el mundo. Posterior a ella, salió la de Moderna. En México ya se tiene organizado un plan de vacunación que pretende vacunar durante los primeros seis meses del 2021 al personal de salud, adultos de la tercera edad y adultos mayores a 40 años. Posteriormente se vacunará al resto de la población. Sin embargo esto no significa que con la vacuna desaparezca el virus.
En Reino Unido se descubrió recientemente una nueva cepa del COVID-19, mucho más contagiosa que las ya conocidas. Eso causó que las medidas sanitarias se endurecieran en aquél país. Lo mismo sucedió en Sudáfrica en días recientes. Si bien es cierto que los virus evolucionan constantemente, al observar el genoma de la nueva cepa descubierta en el país del Big Ben, los científicos quedaron sorprendidos por la cantidad de mutaciones que había desarrollado: 23 en total.

El virus, como muchos otros microorganismos que han afectado, y siguen haciéndolo, a la humanidad, vino para quedarse. Esto hay que entenderlo. No se trata simplemente de decir «Hay que aprender a convivir con la enfermedad» sin tomar las medidas sanitarias correspondientes. La enfermedad nos hizo ver que debemos valorar nuestra salud individual y comunitaria. Así también nos hizo ver que debemos ser menos egoístas para con nosotros y los demás.
El 2021 pinta para ser un año muy interesante, en todos los sentidos. Lo que conocíamos como «normal» jamás regresará. Tendremos que eliminar muchos malos hábitos que veníamos practicando desde hace tiempo. La nueva «normalidad» consistirá en eso.
¡Feliz Navidad y Próspero Ano Nuevo 2021!
Fotografía de portada: Aristegui Noticias
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