Lás fábulas de Esopo también son ciencia

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Ilustración de Esopo. Imagen: https://commons.wikimedia.org/

Esopo (Siglo VII a.C) se le atribuye la autoría de varias de las historias cortas más conocidas del mundo, como lo son la liebre y la tortuga, o la tortuga y el águila (al parecer le gustaban esos animales). Estos relatos cortos, que generalmente terminan con algún aprendizaje moral en base a la situación que se describe en los mismos, son una de las muestras de riqueza literaria de mayor reconocimiento en el mundo, así como de los más antiguos que existen.

Pero, viéndolo bien, también son ciencia. Uno podría pensar que no es así, pero existen, dentro de los mismos relatos, principios de física que se conocían desde la Antigua Grecia. Y aquí tenemos algunos ejemplos de como se pueden encontrar principios físicos en las fábulas de este relator griego de más de 1500 años de antigüedad.

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Ilustración de la fábula de «El Águila y la Tortuga». Imagen: https://www.forumlibertas.com/

Tomando como ejemplo, la fábula de la tortuga y el águila, en ella la tortuga soñaba con volar, y le pide al águila que le enseñe a volar. Al ser prometida con grandes riquezas, el ave accede y la lleva a alturas enormes, dejándola caer. Al final, la tortuga sobrevivió a la caída y decide dejar su sueño tonto de querer volar de lado, ya que aprende que las tortugas no están hechas para ello. Dejando de lado el aprendizaje de no buscar hacer posibles sueños imposibles, estamos ante un caso de caída libre de los cuerpos, pues fue más rápido el tiempo entre la caída y el impacto, que el que le tomó a la tortuga soñar con viajar por los aires.

Se establece que la caída libre de los cuerpos menciona que la aceleración de los cuerpos en ella es inminente, por lo que los cuerpos pesados, con la influencia de la gravedad, son los que caen más rápido, mientras que los ligeros tardan un tanto más en llegar a la superficie, pues la gravedad en ellos no es tan marcada como en los cuerpos ligeros como las plumas de ave, por ejemplo. Es mas lenta la caída, y esto se debe a que la gravedad no acelera la velocidad de su caída.

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Ilustración de la fábula de la zorra y la grulla. Imagen: https://www.abc.com.py/

Por otro lado, en la fábula de la zorra y la grulla, el cuadrúpedo invita a comer al ave, sirviendo la comida en platos, lo cual es incómodo para el pájaro. Después, la grulla agradece la bondad de la zorra invitándole a comer, pero ella introduce el delicioso banquete en botellas de cuello ancho, haciendo difícil el acceso del mamífero a lo que huele tan bien mientras que la grulla cómodamente degusta de un delicioso manjar.

Como anatómicamente ambos casos tienen su dificultad, es la revancha de la grulla la que presenta el manejo de la comida introducida al vacío. El uso del vacío para poder introducir cuerpos pequeños dentro de un cuerpo más grande permite que sea más sencillo guardarlos y, al mismo tiempo, no se pierden las características que dan materia a los artículos que se hallan en ellos.

Esopo nos trajo joyas narrativas con enseñanza que siguen siendo, más allá de tantos cientos de años, tan actuales como cuando él las escribió. La física supo manejarla, sin saber que existía, y fue importante en varios de esos relatos. ¿Se podría considerar a Esopo como hombre de ciencia? O, ¿fue casualidad que haya usado la misma sin quererlo? ¿Qué opinas de ello? ¡Comenta!

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