Remontándonos a la época del mito, Marte, dios de la guerra, era acompañado a cada una de sus campañas por sus hijos Phobos y Deimos. Los hermanos, dioses del miedo y el horror respectivamente, siempre iban por delante, siendo la vanguardia de su padre cada que el campo de batalla se presentaba.

Tal vez por ello, es que cuando Asaph Hall siguió con las investigaciones que muchos siglos atrás Johannes Kepler echó a andar cuando razonó que si la Tierra tenia un satélite, y Júpiter cuatro, entonces Marte debería tener dos. Sencilla matemática.
Hall hizo el hallazgo un día 11 de agosto de 1877. Resulta que el científico notó, cuando se puso a observar al planeta rojo desde el Observatorio Naval de Washington (con ayuda de un telescopio de 66 cm. de abertura), que alrededor de Marte había cuerpos celestes algo irregulares. Fue entonces que, al verlos, decidió llamarlos como los hijos del dios guerrero grecolatino.
Dicho hallazgo hizo que los astrónomos comprendieran más sobre el espacio, y de repente, la atención del mundo se centró en ese punto rojo que vemos por las noches en el cielo. Y, a la vez, refutó la idea matemática de Kepler.
¿Cómo es que Phobos y Deimos aparecieron en Marte?

Al igual que nuestra Luna, se piensa que Phobos y Deimos son restos del choque del planeta con un protoplaneta* en algún momento. De acuerdo a un artículo publicado por el portal Tendencias Científicas, se estima que la idea de que éstos son asteroides atrapados por Marte bien puede ser errónea.
Los estudios que el portal menciona que pueden descartar la teoría de que ambas lunas son asteroides, dicen que, el primero (también presentado en la revista The Astrophysical Journal), establece que el único escenario compatible con las propiedades de la superficie de Fobos y Deimos es una colisión gigante; mientras que el segundo cita que un equipo de Francia, Bélgica y Japón utiliza simulaciones digitales de vanguardia para mostrar cómo fueron capaces de formarse estos satélites entre los escombros de una colisión gigante entre Marte y un protoplaneta de un tercio de su tamaño.
Una cosa es segura: los orígenes de estas lunas no está del todo claro, pero el que se celebre su descubrimiento, es uno de los más grandes eventos que permitieron que la exploración del espacio diera un paso más hacia lo que sería una de las metas de la célebre carrera espacial del siglo pasado.
Datos interesantes relacionados a este artículo:
* los protoplanetas son pequeños cuerpos celestes a menudo considerados como embriones planetarios. Para hacernos una idea clara, generalmente se los suele comparar con la Luna en cuanto a tamaño, aunque suelen ser un poco más grandes.