En estos tiempos de constante actualización tecnológica, enterarnos de lo que pasa en todo el mundo está al alcance de un clic. Pero, ¿cómo hacíamos antes para entender estos acontecimientos climáticos? O más concisamente, ¿cómo es que nuestros abuelos o conocidos podían dictar con precisión si se acercaba un temblor o una inundación?
La naturaleza es sabia, alguna vez escuche que dijeron que los únicos que estábamos con ella éramos los humanos, pero todas las demás especies mantenían una conexión inquebrantable con la madre naturaleza, de ahí es que sin duda este artículo también toma fuerza y hasta cierto punto nos disipa un par de dudas.
Se dice que en el año 373 A.C, los griegos describieron como ratones, comadrejas, serpientes y escarabajos abandonaron la ciudad de Hélice días antes de un terremoto trágico, los científicos han luchado por descubrir si realmente los animales pueden predecir los fenómenos naturales.
Lo cierto es que algunas especies son capaces de detectar vibraciones y cambios atmosféricos, esto unido con el excelente desarrollo de sus sentidos y la habilidad de huir ante cualquier presentimiento de peligro o circunstancia inusual.
Por cosas como lo antes mencionado nuestra curiosidad crece e investigando situaciones nos dimos cuenta de algunas actitudes de ciertos animales que pueden ayudarnos a saber que algo pasara mucho antes del suceso como por ejemplo, las hormigas, se dice que si quiere saber si algo pasara busques a esta especie y veas su comportamiento.
Si las hormigas están calmadas, todo estará bien, pero si las encuentras en desorden, desorientadas o moviéndose de un lado a otro es posible que un sismo pueda acontecer puesto que ellas detectan vibraciones del subsuelo, sin embargo, si las encuentras moviendo sus huevecillo o comida hacia zonas altas de tu casa o adentro, significa que vienen lluvias, y lo más curioso es que han acertado.
Ratones y perros pueden escuchar frecuencias más altas, los elefantes frecuencias mas bajas y muchos insectos sienten vibraciones a través de las patas. Estos y otros sentidos podrían ayudarles a detectar pequeños cambios en el ambiente y motivarlos a emprender la huida. ¿A que da un poco de nervio no?
Así pues, no nos queda duda que cosas inexplicables o que aún no entendemos quedan por descubrirse, y que si tal vez no predicen como tal los animales son capaces de sentir cambios y con esto cambiar sus conductas para preservar su especie, cosa que si somos observadores, tal vez también podrían ayudarnos para estar atentos ante una situación natural anómala.