Toca hablar de un tema controversial, el uso de la marihuana y sus derivados. Independientemente de si tú y yo estamos de acuerdo en su consumo, que si en su uso terapéutico en se debe o no regular o si es o no ilegal, hoy vamos a hablarlo desde el punto de vista médico.

La marihuana, en cualquier presentación que se consuma, tiene varios componentes, uno de ellos es el THC (tetrahidrocannabinol, el cannabinoide más conocido de la marihuana) que es el componente psicoactivo. Lo que causa este componente es la activación de varios receptores en el cuerpo, principalmente los receptores CB1 y CB2, que forman parte del sistema nervioso central.
Los receptores CB1, específicamente, son los encargado del efecto psicoactivo (euforia, alteraciones a la conciencia, etc.) del cannabis. Los receptores CB2 se encuentran predominantemente en estructuras relacionadas con el sistema inmunitario y, mientras que no se ha observado que su activación produzca o potencialice los efectos psicoactivos, se presume que son los responsables de las propiedades inmunomoduladores del cannabis.
Bueno, habiendo dado una pequeña introducción a esto, hablemos de la pregunta principal, ¿puede matarte el consumo crónico de marihuana?

Por el 2004 un médico australiano se dio cuenta de que tenía varios pacientes que presentaban episodios recurrentes de náuseas, vómitos y dolor abdominal. Varios de los pacientes decían presentar una intoxicación alimenticia, pero no había ninguna señal de ello al momento de hacer las pruebas. Se dio cuenta, también, que los episodios de emesis (vómito) no cedían ante la administración de fármacos antieméticos y que los síntomas parecían mejorar cuando el paciente tomaba baños a temperaturas elevadas.
Resulta que todos los pacientes eran consumidores crónicos de marihuana y al cesar el consumo, cesaban los síntomas.
Hay una cosa importante a notar aquí, en muchas ocasiones se ha pedido la legalización de la marihuana para uso terapéutico y es que sí, entre varias ventajas, el cannabis y los cannabinoides resultan tener un efecto antiemético (para cesar el vómito); por lo que muchas veces se utiliza en pacientes en tratamiento de cáncer para tratar efectos secundarios de las quimioterapias.
¿Pero cómo?
¿Se usa para tratar las náuseas y vómito de efectos adversos de pacientes con cáncer, pero también causa náuseas y vómito en otros pacientes? Pues sí.
La explicación más aceptada es que cuando los receptores CB1 (¿te acuerdas que te los mencioné arriba?), pues sí eran relevantes para lo que estamos tocando, no era solo para meter más líneas en el texto. Estos se activan y también podemos conseguir, entre los efectos psicoactivos, el efecto antiemético .
Dependiendo de la dosis y periodo de consumo (he aquí la pieza clave) algunos pacientes van a presentar una «saturación» en estos receptores, alterando su funcionamiento y dando como resultado un efecto opuesto al antiemético (o sea emesis, vómito). Cuando hay un consumo considerable, por un periodo prolongado de tiempo, los depósitos de THC se acumulan en el cuerpo saturando los receptores.
El síndrome de hiperémesis por cannabinoides presenta tres fases bien definidas:
- Una fase prodrómica que puede durar meses o años, en la que se presentan náuseas principalmente matutinas y dolor abdominal (normalmente difuso o en epigastrio). No es inusual que, entrando a esta fase, el paciente continúe o incluso aumente su consumo para tratar de aliviar los síntomas.
- La siguiente fase es una fase de hiperémesis, que se presenta de forma cíclica y puede durar varios días. El cuadro emético es incapacitante, puede presentarse fiebre o pirexia, sed excesiva, sensibilidad abdominal, pérdida de peso y deshidratación. Es importante notar que en esta fase, el paciente presenta una conducta compulsiva a tomar baños de agua caliente ya que ayuda a sobrellevar los síntomas de manera ligera. Los síntomas presentan resistencia a los antieméticos usuales.
- La tercera fase, la fase de recuperación se da de 24 a 48 horas posteriores a ceder el consumo.
En la fase hiperémica, el tratamiento consiste en medidas de sostén del desorden hidroelectrolítico y, aunque ya vimos que los antieméticos habituales no ayudan, se ha visto que el uso de haloperidol intravenoso da buenos resultados.

¿Por qué los baños calientes ayudan? ¿Por qué la conducta compulsiva de tomarlos?
Bueno, la teoría dice que cuando los receptores de CB1 se activan con THC, se altera la regulación de la temperatura corporal, cambiando la circulación sanguínea en el cuerpo y el sistema digestivo, que se encuentra metabolizando la marihuana, sube la presión sanguínea a nivel abdominal. Esto puede causar dolor abdominal. Al tomar baños de agua caliente, se hace una vasodilatación cutánea, lo que causa que el volumen de la sangre en el cuerpo se redistribuya, bajando la presión arterial y la sangre de los vasos esplénicos (la arteria esplénica emite ramas hacia el estómago y páncreas, alcanzando el bazo) disminuye, causando que disminuya un poco la presión y el dolor abdominal (desapareciendo también las náuseas)
Este factor de los baños de agua caliente es una pieza clave para el diagnóstico. Hay varias afecciones que pueden causar síntomas similares a los del síndrome de hiperémesis por cannabinoides. Los factores a tomar en cuenta para un diagnóstico acertado incluyen que el paciente presente un consumo frecuente de marihuana, que presente senilidad, dolor y calambres abdominales y, la pieza clave, la conducta compulsiva por tomar baños calientes, entre otros.
En la recuperación, es importante monitorear el estado de hidratación del paciente, la presión arterial, frecuencia cardiaca, temperatura, electrolitos séricos y función renal.
¿Puede esto matarme?
Pues sí. Se han reportado ya varias muertes por deshidratación, en la mayoría de los casos, debidas al síndrome de hiperémesis por cannabinoides. Esta deshidratación lleva a un tipo de falla renal a la que han denominado falla renal aguda por hiperémesis por cannabinoides. Puedes leer un caso testimonial aquí.
La marihuana es una de las drogas ilegales más consumidas en el mundo , siendo común en adolescencia e incluso edades pediátricas. El síndrome de hiperémesis por cannabinoides no está tan estudiado y a menudo es infradiagnosticado por su desconocimiento.
A pesar de este tipo de casos, la marihuana sigue considerándose relativamente segura en comparación a muertes causadas por otras drogas, como el alcohol y el cigarro. ¿Tú qué piensas?
Bueno, ahora lo sabes. Es, sin duda, un síndrome muy interesante por su funcionamiento. ¿Lo conocías antes de leerlo aquí? ¡Cuéntame! Como siempre, yo te leo en los comentarios.
-A. Ivana Arbeláez Pantoja
No tenía ni idea de que el consumo continuó podría detonar este tipo de “padecimientos” sin embargo creo que hay más inconvenientes que beneficios , si bie está plenamente comprobados de la ayuda que proporciona a pacientes con problemas neuro nerviosos
Es grato leer esta información information, que será de utilidad para mucha gente .
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