¿Cuántos de nosotros no hemos deseado poder cumplir el sueño de, cual Augustus Gloop en Charlie y la fábrica de chocolates, nadar en un río de chocolate? ¿Se imaginan estar un paraíso con ese aroma tan particular? Es más, alguna vez se han preguntado ¿a que huele el chocolate? Definitivamente si nunca lo hiciste, seguro ahora mismo esa duda se ha clavado en tu mente. Pero no te preocupes, vamos juntos a resolver ese misterio.

En la actualidad se han identificado casi 600 compuestos que están presentes en el chocolate, sin embargo, se sabe que solo un porcentaje de ellos contribuye directamente a su aroma.

Entre los compuestos presentes a mayor concentración y con una mayor incidencia en el aroma de ambos chocolates se encuentran:

• Ácido acético
• Vainillina
• 3-metilbutanol
• Fenil etanol
• Ácido 3-metilbutanoico
• Cinamato de etilo 
• Sulfuro de dimetilo

¿Alguno te suena familiar? ¡Vamos a descubrirlos!

• Ácido acético también conocido como vinagre, de forma aislada es un líquido incoloro de olor y sabor agrio y penetrante.
• Vainillina, es un compuesto ligeramente amarillo, volátil y con un olor dulce, a él se le atribuye una tercera parte del aroma de la vainilla.
• 3-metilbutanol, es un compuesto líquido orgánico e incoloro de olor acre, es decir, con un aroma áspero y picante al gusto y al olfato.
• Fenil etanol, también conocido como Alcohol fenetílico es un líquido incoloro utilizado por la industria debido a su agradable olor a rosa.
• Ácido 3-metilbutanoico también conocido como ácido isovalérico, es un líquido incoloro de aroma rancio y penetrante, se asocia con el olor a sudor.
• Cinamato de etilo, es de color blanco o transparente, se encuentra presente en el aceite esencial de la canela. Sin embargo, por si solo tiene un fuerte olor afrutado.
• Sulfuro de dimetilo, es un liquido incoloro que emana vapores y tiene un olor característico a repollo.

¿Sorprendido? Estos son solo algunos de los compuestos que, a determinadas concentraciones, trabajan juntos para lograr persuadir a nuestro olfato mediante el estímulo a nuestros receptores que nos evitan pensar “esto huele a vinagre”, “¿es repollo?”, “¡wow, una rosa!”, sino pensar que estos y muchos otros compuesto más trabajan en conjunto para ser reconocidos como chocolate.

Es increíble como funciona nuestro olfato y lo grandiosos que son los procesos que nuestro cerebro realiza para poder traducir en las señales correctas los cientos de estímulos a los que se nos sometemos con la simple acción de olfatear algo tan natural como un chocolate.

¡Vaya suerte que tenemos! Imagina lo difícil de la vida de un Oompa Loompa (Ayudantes de Willy Wonka en Charlie y la fabrica de chocolates) si en lugar de bello aroma de un rio de chocolate estuvieran olfateando el apestoso olor a pies del vinagre o peor aún el feo olor rancio a sudor causado por el Ácido 3-metilbutanoico, sin duda ¡somos afortunados!