Una extraña sorpresa interestelar: el cometa 2I/Borisov

Un visitante digno de una película de ciencia ficción nos muestra que hay algo más allá de nuestros ojos. El cometa 2I/Borisov nos conmociona a todos al descubrir su composición fuera de este sistema.

Fue tan solo el 30 de agosto del año pasado cuando Gennady Borisov, un astrónomo amateur, cimbró a la comunidad científica al descubrir en el cielo un objeto peculiar, que fue identificado como “un visitante interestelar”. Dicho objeto resultó ser un cometa extranjero que ingresó a nuestro sistema solar. En honor a su observador, fue llamado 2I/Borisov y debido a su desconocida procedencia, despertó rápidamente el interés científico haciendo que los telescopios más avanzados del planeta no le perdieran de vista.

Una de las características del cometa Borisov que más entusiasmó a los amantes del cielo es que, de acuerdo con las observaciones, sería posible estudiarlo por lo menos durante un año, y a escasos meses del cumplimiento de ese plazo, nuestro viajero ha dado de que hablar.

Con ayuda del Gran Conjunto Milimétrico/submilimétrico de Atacama (Atacama Large Millimeter/submillimeter Array, ALMA), un grupo de astrónomos de la NASA dirigido por los científicos Martin Cordiner y Stefanie Milam del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, descubrieron que el gas proveniente del cometa contenía más monóxido de carbono del que se había detectado en cualquier cometa que se encontrara a menos de dos unidades astronómicas del sol (au). Para que te des una idea, esto equivale a menos de 300 millones de kilómetros.

Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA). Imagen:https://www.almaobservatory.org/

Los primeros compuestos detectados en el gas despedido por el cometa fueron monóxido de carbono (CO) y cianuro de hidrógeno (HCN). Ambos están ligados a las composiciones naturales en este tipo de cuerpos. Mientras que el HCN no mostraba niveles fuera de los antes vistos, fue sorpresa el descubrir que la concentración de CO era entre 9 y 26 veces mayor que en los cometas promedio de nuestro sistema solar.

Gases observados por ALMA, cianuro de hidrógeno (HCN, izquierda) y gas de monóxido de carbono (CO, derecha) saliendo del cometa interestelar 2I/Borisov. Crédito: ALMA (ESO/NAOJ/NRAO), M. Cordiner & S. Milam; NRAO/AUI/NSF, S. Dagnello

El monóxido de carbono es uno de los compuestos más comunes en el espacio, especialmente en el interior de los cometas. Sin embargo, las variaciones en la concentración aún son un enigma: se cree que pueden estar relacionadas con el lugar del sistema solar donde se formó el cometa o la frecuencia con la que su órbita se acerca al sol.

«Si los gases que observamos reflejan la composición del lugar de nacimiento de 2I/Borisov, entonces muestra que puede haberse formado de una manera diferente a la de nuestros propios cometas del sistema solar, en una región extremadamente fría y exterior de un sistema planetario distante», añadió Cordiner. Esta región puede compararse con la fría región de los cuerpos helados más allá de Neptuno, llamada el Cinturón de Kuiper.

Expertos en el tema concluyen que, debido a la velocidad con la que nuestro visitante viajó por el sistema solar, este pudo ser expulsado de su sistema anfitrión por, probablemente, interactuar con alguna estrella o planeta gigante que orbitaba; para después pasar millones o miles de años en un viaje solitario por el espacio interestelar hasta ser descubierto por el ojo humano.

¿Por qué nos tiene tan emocionados?

El interés en el estudio de los cometas radica en que, como se dijo antes, esta clase de objetos no cambian mucho su composición interna desde el nacimiento; además, pasan la mayor parte de su vida a grandes distancias de cualquier estrella en ambientes extremadamente fríos. Estas propiedades pueden revelar mucho sobre los procesos que involucraron a su nacimiento y, con ello, resolver grandes enigmas del espacio exterior.

«Esta es la primera vez que miramos dentro de un cometa desde fuera de nuestro sistema solar», dijo el astroquímico Martin Cordiner, «y es dramáticamente diferente de la mayoría de los otros cometas que hemos visto antes».

2I/Borisov es el segundo objeto interestelar detectado en nuestro sistema, el primero fue 1I/’Oumuamua que fue descubierto en 2017. Estos hechos dan pie a un debate sin respuesta y a cientos de preguntas que, por el momento, seguirán sin respuesta a la espera de nuevas visitas.

Deja un comentario