En este día mundial del agua, estamos lejos de poder decir que es una celebración. Su creación por parte de las naciones unidas parece que solo fue para llenar un hueco en el calendario de fechas sin mención. Desde hace tiempo sabíamos que la escasez de agua potable amenazaba con convertirse en un grave problema para todo el mundo. Cerca de una de cada diez personas en el planeta –casi 800 millones– no tiene acceso a fuentes seguras.
Entonces, pensemos un poco y saquemos bastantes verdades obvias, hoy con el desabasto de productos de primera necesidad en las tiendas ya de por si se hace un grave problema entre las personas, imaginemos un poco, solo un poco, cuando el agua sea lo que se disminuya. Imaginamos un poco el caos global en el que llegaríamos si el agua llega a faltar o a no ser suficiente para satisfacer las demandas de los seres humanos que en ocasiones parecemos pensar que somos los únicos seres vivientes del planeta.
Pues empecemos a preocuparnos porque de esto ya falta lo mismo que un segundo para la media noche. El uso de agua es un recurso particular y su necesidad y complicación para conseguirla va de la mano con el aumento de la población, es pues un recurso finito pero insustituible. Hay que repartirlo entre todos los que habitamos este planeta, seres humanos –cada vez más numerosos– y nuestro entorno natural, cada vez más deteriorado.

El Foro Económico Mundial y otras instituciones calculan que para 2030 habrá una demanda 40% más alta, que el planeta no podrá suministrar. Eso afectará la agricultura, lo que aumentará los precios de los alimentos. Y, como señala el geólogo Ian Steward, no es difícil imaginarse que si no se encuentra una solución pronto, la posibilidad de que estallen guerras por agua dulce es alta.
Debemos pensar también, como menciono arriba, lo complicado de poder tener agua dulce para todos. El vaso de agua que has tomado hoy, es la misma gua que bebió un dinosaurio hace millones de años, con esto espero que pueda comprender que el agua que tenemos es la única, y que si desperdiciamos y contaminamos lo que hoy nos llega a casa será la misma cantidad de agua que nos falte para sobrevivir el día de mañana. Este recurso no se puede construir, ni generar ni aparecer mágicamente, la que nos dio el planeta, este planeta azul, es la única que existe y existirá para toda la existencia de la humanidad, de ahí radica la importancia de cuidarla, porque cuando la última gota de agua potable sea contaminada, ni todo el dinero del mundo, ni las huertas agrícolas ni el ultimo amigo político podrán salvarnos.