La medicina alternativa, fitoterapia o herbolaria es el tratamiento de enfermedades usando como base productos de origen vegetal. Si bien no es nada nuevo, su práctica aún no es fielmente aceptada por todos, en México por ejemplo recientemente se abrió un estudio para legitimarla y regularla.
No podemos negar tampoco que las plantas son el origen de la mayoría de los fármacos, además que se han estado usando las plantas como tratamientos desde los orígenes de la humanidad en distintas civilizaciones: Mesopotamia, Grecia, China o Egipto, llevaron incluso evidencia escrita del uso de las plantas para distintos males.

De México está por ejemplo el Libro de Medicina Azteca, que data del año 1552 por Martín de la Cruz, médico indígena de Tlatelolco que tradujo el Códice Badiano del náhuatl al latín. En ese libro se reportan 185 plantas con la descripción de sus características, métodos de preparación y empleo en situaciones patológicas.
Algunas de las aportaciones de plantas mexicanas, entre muchas otras, son:
El barbasco (Discorea composita Hemseley), usada por pueblos indígenas para dolores msculares y actualmente por la similitud de una molécula llamada diosgenina con hormonas sexuales humanas es usada para la fabricación de píldoras anticonceptivas.
La hierba del sapo (Eryngium Heterophyllum), único medicamento a nivel mundial que disuelve el colesterol sólido de las arterias y limpia de grasa órganos vitales como el hígado graso.
El ojo de gallina (Galphimia Glauca), se usa como sedante que calma los nervios y relaja el sistema nervioso central que a diferencia de otras plantas para los nervios, no produce sueño.
El toloache (Datura Stramonium) uno de sus alcaloides, la hiosciamina, es uno de los componentes de la buscapina, medicamento analgésico y antiinflamatorio para los cólicos menstruales y otros. Si se toma en té de una manera no controlada puede causar daños neurológicos, pasajeros o permanentes.

Aunque de esta última planta hay varias especies y suelen confundirse, comparten la característica de que pueden ser alucinógenos y/o tóxicos para el ser humano. Como esta hay otras plantas que pueden ser tóxicas si se consumen tanto unas en pequeñas cantidades como otras si se consumen en altas cantidades.
Debido a que normalmente la información sobre las plantas se ha pasado de boca en boca, no se han hecho estudios totalmente serios que generen confianza tanto en el personal médico como en la población en general.
Se conoce una gran cantidad de plantas que ayudan al tratamiento y prevención de distintas enfermedades, sin embargo son muy pocas las que se han sometido a un verdadero estudio farmacológico que pueda sustentar su uso.
Actualmente hay cantidad de personas que se decantan por el uso de esta medicina tradicional, quizá por razones económicas, por disponibilidad de servicios médicos o por preferencia solamente. La problemática está en que algunas veces acuden de manera personal sin tomar consulta médica, o estar debidamente informados por lo que es importante por un lado seguir haciendo estudios y por el otro divulgar esa información para tener más confianza en esta medicina.
Es por eso que la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México) en mayo de 2019 en colaboración con la Federación Nacional de la Industria Herbolaria, Medicina Alternativa, Tradicional y Naturista (FNIHMATN) realizaron un convenio para la investigación y el desarrollo de productos naturales, lo que apoyará a profesionalizar el uso de esta medicina alternativa. El estudio de estos productos trae beneficios para el consumidor al recibir productos de calidad, eficaces y seguros.

La medicina tradicional si bien parece ser auxiliar en los tratamientos de las enfermedades todavía es necesario tener ciertos cuidados al recurrir a ella, estar bien informado sobre el tratamiento a usar y los posibles efectos secundarios que tenga y siempre seguir las indicaciones de un médico para estar as seguros de que no traiga más males de los que ya se tratan de prevenir o eliminar.