Para quienes me conocen, no es de extrañar que se sepa que las matemáticas y yo no tenemos la mejor relación posible. Pero ese no fue el caso de uno de los más grandes en su área: el buen amigo Alan Turing.

Alan Turing (1912-1954) fue un destacado hombre de ciencia y filósofo con una afinidad a las matemáticas que enfrentó realidades muy fuertes en la época que le tocó vivir: no solo se vino encima la Segunda Guerra Mundial, sino que en esa época también abrazó su identidad sexual, en uno de los momentos históricos más difíciles que se han registrado.
Dejando de lado lo escrito en el párrafo anterior, lo realmente importante es el legado que nos heredó. Si no conoces a Alan, debo comentarte que en Inglaterra fue galardonado con la Orden del Imperio Británico porque se puso las pilas y descifró planes de guerra y otras cosas bien malosas que los nazis se mandaban para poder llevar el triunfo en el conflicto.
Tal triunfo tal vez fue lo que lo hizo tan notorio en un área que apenas estaba empezando: la informática. Básicamente, todo lo que hoy conocemos sobre computadoras, tablets y otros aparatos computacionales es debido a este inglés. Turing puso en la mesa tres cosas muy importantes:
- Manejo del criptoanálisis
- Nacimiento de la inteligencia artificial
- Formalización de los conceptos hoy conocidos del algoritmo y computación gracias a su máquina de Turing*

La máquina de Turing, fue presentada por Alan Turing en 1936 en On computable numbers, with an application to the Entscheidungsproblems, es el modelo matemático de un dispositivo que se comporta como un autómata finito y que dispone de una cinta de longitud infinita en la que se pueden leer, escribir o borrar símbolos. Existen otras versiones con varias cintas, deterministas o no, etc., pero todas son equivalentes (respecto a los lenguajes que aceptan).
El matemático y cientépoca, sumando éxitos y hasta recibiendo honores de la mismísima corona británica, pero para el infortunio de Turing, tuvo un enemigo mayor que los nazis y otras fuerzas del Eje: la misma comunidad inglesa.
Y es que el puritanismo inglés tenía (y sigue teniendo hasta nuestros días) una influencia sobre muchas áreas de desarrollo humano en Inglaterra, y esto fue un factor definitivo en su fallecimiento. Lamentablemente, las convenciones sociales de la época provocaron (dicen por ahí) que Alan tomara su vida al consumir cianuro en una manzana. Esto, debido a que Turing hiciera pública su homosexualidad. En aquel momento (1952, para ser exactos) la homosexualidad era un delito en la tierra del Rey Arturo, mismo que dejaría de serlo para 1967.
De forma similar al McCarthismo que imperaba en Estados Unidos, Alan se las vio negras. Y es que el gobierno inglés lo sentenció a una castración química con inyecciones de estrógeno debido a que iba en contra de la moral y las «buenas costumbres» de la sociedad. Y eso fue demasiado para él.
Lamentablemente, Alan Turing se nos fue hace 65 años. Me hubiera gustado mucho (pero mucho) haber leído algo de él, o verlo como invitado a grandes eventos científicos alrededor del mundo. Tal vez hubiera llegado al siglo, o un poquito más allá. La cosa es que el mundo perdió a un faro como lo fue este magnífico hombre de ciencia. Por ello, en su natalicio, te invito a que leas este artículo y que nos comentes lo que piensas de este sensacional científico.
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Que buena explicación sobre todo lo que aportó Alan Turing con su conocimiento. Jugó un papel muy importante en la creación de Internet y en todo lo que este asunto genera, aun a día de hoy. Nos abrió la puerta a un gran mundo. Muchas gracias por compartir, he disfrutado la lectura.
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