Cuando era pequeña veía frascos con alcohol, aceites y algunas plantas sumergidas para los remedios que mis abuelos utilizaban en pro a su salud; cuando jugaba y me caía, mi madre me ponía ungüentos en mis raspones que compraba a algún señor en el autobús; en mi adolescencia escuchaba a mis tía hablar de unas cápsulas (algunas conocidas como «chochitos») que servían para sus dolencias varias.
Esto sólo se englobaba en una cosa, la palabra «Homeopatía», esa que siempre ha estado presente en mi vida, sin embargo nunca le tomé importancia.

¿Cómo se creó?
El creador este termino, fue el médico alemán Christian Friedrich Samuel Hahnemann, quien afirmó que en su época, la medicina causaba más sufrimiento al paciente, por tal motivo, dejó de practicarla y someterse a una investigación para buscar alternativas.
Hahnemann, utilizaba cantidades diminutas de sustancias que en grandes dosis producirían síntomas parecidos a los de la enfermedad que está siendo tratada, así que reconocía que la idea de emplear sustancias que producen síntomas similares se le ocurrió cuando, al tomar una infusión de corteza de cinchona, experimentó síntomas parecidos a los de la malaria, enfermedad que se trataba en aquella época precisamente mediante la corteza de cinchona, rica en quinina. Por otra parte, Hahnemann creía que un principio activo es más eficaz cuanto más diluido esté en agua.
Entonces, ¿qué es la homeopatía?
Es un tipo de medicina alternativa que se sustenta sobre dos principios dogmáticos promulgados por su creador hace 200 años. Sus fundamentos se alejan del método científico, por lo que ha sido catalogada como pseudociencia.
Este es un método curativo de algunas enfermedades que se fundamenta en la aplicación de pequeñas cantidades de sustancias que, si se aplicaran en grandes proporciones a un individuo sano, producirían los mismos síntomas que se pretenden combatir.
Estos se elaboran a partir de extractos de plantas, así como la Belladonna, la Pulsatilla o el árnica; se sustancias minerales como el fósforo o el azufre; de sustancias de origen animal como la abeja o la cantárida. Con mucha menor frecuencia, de algunas sustancias químicas de síntesis. También se utilizan en homeopatía medicamentos llamados bioterápicos, hechos a partir de cultivos microbios u otras sustancias de origen microbiológico.

El efecto placebo en México
Así es, la homeopatía es puro efecto placebo, puesto que los homeópatas violan gran parte de los conocimientos en física, química y biología. No existe método alguno para que garantice el contenido de los productos homeopáticos, esto se debe a que ningún homeópata puede garantizar científicamente lo que dice vender ya que existen medicamentos que tienen plantas o vitaminas que no están incluidos en las referencias homeopáticas.
En la República Mexicana, la homeopatía es reconocida desde mayo de 1997 en la Ley General de Salud donde se habla en el Artículo 224 sobre la existencia de medicamentos alopáticos, homeopáticos y herbolarios, siendo plasmado en el Reglamento de Insumos para la Salud en el que se regula la definición, registro, elaboración, envasado, publicidad y establecimientos de los mismos.
II. Homeopáticos: Toda sustancia o mezcla de sustancias de origen natural o sintético que tenga efecto terapéutico, preventivo o rehabilftatorio y que sea elaborado de acuerdo con los procedimientos de fabricación descritos en la Farmacopea Homeopática de los Estados Unidos Mexicanos, en las de otros países u otras fuentes de información científica nacional e internacional.
Artículo 224 de la Ley General de Salud
Pero no es todo, actualmente en México, la homeopatía se imparte a título de especialidad en La Escuela Nacional de Medicina y Homeopatía del Instituto Politécnico Nacional, La Escuela Libre de Homeopatía A.C. y La Escuela de Postgrado de Homeopatía de México.
Si, estamos tan jodidos en México que unos miligramos de medicamentos diluidos en agua entran en el servicio de salud pública.

Riesgos en la salud pública
Debido a que la homeopatía es una pseudociencia, no es efectiva ni recomendable su uso, sin embargo, millones de personas se van cegando porque le funcionó a la vecina, la tía, el primo, el abuelo o escuchó por ahí. Eso no es un resultado científicamente comprobado para llevarlo a cabo.
Si no se sabe lo que se está tomando y un especialista de la salud no brinda los tratamientos adecuados, se puede empeorar la condición pre-existente, ya que el tratamiento homeopático puede causar los síntomas de una recaída.
Algunas personas que frecuentan estas «medicinas alternativas» empeoran temporalmente después de programar su tratamiento homeopático, ya que el cuerpo sólo estimula los síntomas en un tiempo breve, iniciando con el efecto placebo.
Muchas personas que frecuentan los productos milagro o medicinas alternativas lo ven como una opción para no utilizar fármacos o «meterle químicos al organismo», sin embargo no ven los riesgos que a futuro puedan presentarse por no ingerir medicamentos que tienen años en investigación y desarrollo para que un médico especializado pueda recetarlo en una consulta.