Son varios los obstáculos para el emprendimiento en México, pero para el emprendimiento científico, o quien se quiera dedicar a él, ese camino es mucho más complicado. Hay un sinnúmero de dificultades por las cuales tienes que pasar si eres un egresado de ciencias o estudiante, no importa de qué vaya tu proyecto: los impedimentos llegan de todas partes y sin avisar.
Pero, como bien señaló Mariana Achirica Acosta (MAA), directora ejecutiva de Gestíca (nombre formado a partir de las palabras gestión y científica), parte esencial del emprendimiento es siempre tener fija la meta y dar lo mejor de nosotros mismos en este sinuoso camino del éxito. Te dejamos aquí la segunda parte de la entrevista que la bióloga y emprendedora queretana concedió a Sólo Es Ciencia (SEC).
[SEC] En el actual contexto político de recortes presupuestales para ciencia y tecnología, ¿cómo ves el panorama para las nuevas generaciones de científicos?
[MAA] Yo creo que es un área de oportunidad para que los científicos puedan poner sus prioridades, creo que el financiamiento del Gobierno hacia las investigaciones ha hecho que tampoco haya tanto incentivo por emprender; es decir, que el emprendimiento surge de una necesidad de ver que no es suficiente con lo que ya existe. En mi caso fue así, empezamos a generar Gestíca cuando nos dimos cuenta que lo que queríamos resolver nadie lo estaba haciendo; y fue una decisión personal, el generar una solución para un problema de vinculación o relación entre las empresas que existen en México y los científicos que viven en México.
Si bien los centros de investigación o los departamentos de vinculación lo
han tratado de lograr, la proporción aún es muy corta a lo que pudiera generarse. Entonces, los recortes presupuestales están haciendo que tanto la parte de Gobierno y las instituciones educativas incentiven a los científicos a emprender. Así como, si los científicos quieren continuar generando su ciencia, o si quieren seguir generando sus investigaciones o su ejercicio «laboral», van a tener que buscar maneras distintas de crecer.Entonces, el nacimiento de Gestíca llegó en un momento en el que es ideal por, justo, los recortes presupuestales; y también está incentivando —quizás no del todo porque las cuestiones jurídicas no están del todo resueltas para que las empresas se apoyen en el área de ciencia y tecnología— [para que] exista una economía del conocimiento que no esté financiada por Gobierno del todo.
¿A cuánto asciende el presupuesto real asignado a ciencia en 2018? El viernes 10 de noviembre de 2017 se aprobó el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para 2018, el cual asciende a $5 279 667 000 000 pesos. Respecto a los recortes aplicados a diferentes áreas clave para el desarrollo nacional, según lo dado a conocer en el PEF por el presidente Enrique Peña Nieto, las reducciones se justifican por el hecho de que la principal preocupación de su gobierno es combatir la pobreza.
El monto total del PEF contempla lo asignado al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y, aunque se le asignaron trescientos millones más de lo previsto inicialmente, aun así los recursos sufrieron 3.7% de reducción en términos reales respecto a lo asignado en 2017 (esto, a consecuencia de la pérdida de valor de nuestra moneda ante la inflación).
Si bien es cierto que hoy en día existe un sinfín de obstáculos y contratiempos al momento de emprender, no estaría de más decir que cuando se trata de emprendimiento científico la odisea es aún mayor, dada la falta de organización por parte de las instituciones púbicas, la falta de capital y lo incierto que son las opiniones de los empresarios en torno al emprendimiento científico enfocado a la investigación (ciencia básica).
[SEC] ¿Es como salir de tu zona de confort?
[MAA] Si el Gobierno sigue financiando todo tipo de investigación, es difícil que se pruebe que la ciencia puede tener una aplicación y, por lo tanto, una venta. Por ejemplo, el que exista un programa del Gobierno que vincule a los nuevos científicos contigo y ayudarlos a emprender, ¿crees que sería una buena idea? Claro que funcionaría que el Gobierno estuviera apoyando a científicos emprendedores, y la manera en la que lo puede hacer es que las instituciones educativas no caigan en conflictos de interese, que también las instituciones educativas cuenten con un fondo para poder financiar las spin-offs [empresas derivadas], que son estas empresas que dan el giro de académico a emprendimiento.
Si el Gobierno, no solamente a nivel educación, si pudiera compartir riesgo con las empresas para llevar proyectos de alto impacto en innovación —no solamente o además de lo que ocurre ahorita con proyectos y programas como el PEI [Programa de Estímulos a la Innovación] en el que el Conacyt está financiando una parte y las empresas están financiando otra—, pero que tuvieran indicadores distintos de éxito —porque muchas de las empresas que aplican al PEI lo hacen para bajar costos operativos, no tanto porque quieren de verdad generar un cambio o incluir investigación y desarrollo en sus procesos internos.
Entonces, el punto es que… también [así como] en Gestíca lo que queremos hacer es descubrir si de verdad las empresas están dispuestas a innovar y a tener perfiles de ciencia y tecnología para que apoyen estos cambios, y no solamente hacer proyectos pequeños o de escalas cortas en los cuales se diga que se está innovando, pero lo que se está haciendo muchas veces es empezar, que eso no genera un impacto muy distinto en investigación y desarrollo.

A todo lo largo y ancho de la república mexicana existen 95 universidades públicas estatales con infraestructura científica y tecnológica. La Universidad Nacional Autónoma de México cuenta con 71 centros de investigación (distribuidos en 14 entidades federativas), de los cuales 49 son exclusivamente para la investigación científica y 22 son para investigación en humanidades. El Instituto Politécnico Nacional se suma a la lista con 19 centros de investigación (distribuidos en 12 entidades federativas); el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional cuenta con 9 centros de investigación (en 8 entidades federativas).
Así y todo, esto no es suficiente. Se dio a conocer en el Programa Especial de Ciencia, Tecnología e Innovación 2014-2018 que el apoyo que reciben estas instituciones no es equitativo, ni suficiente para todas, puesto que las carencias de cada entidad federativa son numerosas y diversas. En 2012, en la Ciudad de México se ejercían $1034.20 pesos (por habitante) de los recursos del Conacyt destinados a ciencia, tecnología e innovación (CTI), mientras que Guerrero solamente pudo aplicar $18.30 pesos (por habitante). En el mismo documento se explica que tal iniquidad se debe a tres factores: «Los niveles de madurez de los sistemas estatales de CTI, las capacidades de inversión y las capacidades de gestión de los actores en las entidades federativas».
Estudios recientes muestran que la capacitación empresarial en México todavía se encuentran en fase de desarrollo. Otras de las limitantes que marcan un punto y aparte en la promoción del emprendimiento son el marco legal, así como la carencia de crédito en fase de gestación y creación de empresas. Sin embargo, se está trabajando para solucionarlo y agilizar tanto el nacimiento como la expansión de empresas. En el mismo documento se puede leer: «Aunado a esto, la falta de acceso al financiamiento: capital semilla, capital de riesgo o de inversionistas ángel es una de las barreras más importantes para el desarrollo de empresas de base tecnológica, sobre todo en sus etapas más tempranas».

[SEC] ¿Los problemas a los que te has enfrentado como knowledge broker te han llevado a pensar en qué tipo de políticas púbicas deberíamos aplicar, como nación, para frenar la fuga de talentos? ¿Cuáles o qué tipo de políticas públicas serían?
Algo de lo que a mí me interesaría hablar es de las políticas públicas que incentivaran a las empresas a invertir en crear su propia investigación y desarrollo. Eso está sucediendo justo ahora, inclusive he participado en foros donde Jalisco ha mencionado que ellos van a correr riesgo con las empresas para que puedan tener apoyo de ciencia y tecnología de las universidades.
Que las políticas públicas en vigencia no pongan tantas trabas para que una empresa pueda utilizar recursos financieros. En la parte de propiedad intelectual, también es importante en relación con esto. La burocracia frena mucho estas relaciones de vinculación entre ciencia, tecnología y empresas, eso hace que muchas empresas no entiendan y no apoyen. Por ejemplo, si ese monto del PEI se reparte entre una cantidad x de empresas, podría repartirse a solo un par, para que verdaderamente fuera un monto interesante, el cual pueda llevar la empresa a otro nivel.
Otra política pública sería… No sé si tendría las facultades, pero creo que uno de los grandes obstáculos es el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), no lo digo yo nada más. Es un sistema que ha frenado la generación de alianzas y que los científicos por verdadera legitimidad quieran llevar su conocimiento a la aplicación, porque los salarios en México de investigadores o de científicos están repartidos entre los SIN. El SNI no premia tanto a los que han generado empresas, entonces, si pudiera haber ahí algún incentivo para generar empresas a los científicos, pues creo que sería algo bueno.

En nuestro país existen instrumentos de política pública para incentivar tanto los desarrollos emprendedores como las investigaciones científicas y de desarrollo experimental, además de la vinculación entre los sectores privados y académicos.
Un claro ejemplo es el Fondo de Innovación Tecnológica operado por el Conacyt y la Secretaría de Economía, que fomenta el apoyo a la mejora de productos, procesos y servicios, también la creación y la consolidación de grupos enfocados a la investigación asociada a la industria, amén de la validación de contenidos tecnológico y comercial de las pymes.
De igual forma, desde 2009 se puso en marcha el PEI, que nació con el objeto de detonar la inversión privada en actividades de investigación científica y desarrollo experimental, para así incentivar en mayor medida a las pymes y proyectos que vinculen a las empresas con la academia.
[SEC] ¿Qué nuevos proyectos prepara Gestíca?
Ahora estamos trabajando con mucha más fuerza el contenido de la segunda versión del curso de emprendimiento científico en línea; estamos trabajando en aumentar la comunidad y darle mucho más contenido a los científicos que están en la plataforma de relación con empresas; estamos trabajando en descubrir qué quieren las empresas, basándonos en la oferta que tienen nuestros científicos de la plataforma; estamos trabajando con instituciones educativas con incubadoras universitarias para llevar la figura del inversionista, dentro de sus planeaciones de cómo llevar el emprendimiento a una incubadora; estamos trabajando en cómo elaborar un proceso para generar —esto no se dice con mucha premisa, pero bueno— emprendedores científicos en México. En todo eso estamos trabajando y son los objetivos de este año.
[SEC] ¿Y cuáles son los planes a mediano y largo plazo?
Mi plan es que la plataforma de Gestíca esté trabajando sola en un par de años, ese es mi objetivo como fundadora. En dos años, que la plataforma funcione de manera independiente, que nosotros podamos estar replicando estos modelos e inclusive estar conectado a más científicos en el mundo con empresas nacionales.
Otro punto es que podamos descubrir a través de estos años del curso de emprendimiento científico cómo podemos atraer y cómo podemos hacer que los emprendimientos de base científica y tecnológica en México tengan un verdadero impacto.
Que todos podamos decir el nombre de cinco empresas de mexicanos que generaron empresas de base tecnológica y que todos en México podamos recordar que están resolviendo un problema y que la economía del conocimiento se incentive a través de vincular de manera asertiva a científicos con empresas.

En una conferencia sobre el Día Mundial de la Propiedad Intelectual organizada por el Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (Baja California), José Antonio Medina Fanjul, especialista en temas jurídicos y normativos de propiedad intelectual, comentó: «… solamente existen en México dos empresas de base tecnológica». Lo que demuestra, aseguró, que se cuenta con una política abierta al emprendimiento y la comercialización de la propiedad intelectual, pero el desconocimiento en esta materia por parte de instituciones públicas y privadas ha generado una parálisis y «apenas hoy nos interesamos en esto».

Por motivos como estos es necesario cambiar o reformular el sistema educativo, los apoyos al emprendimiento y las políticas públicas en México, es indispensable que nuestros gobernantes se ocupen de la situación que atraviesa la ciencia en el país, pues es crítico el hecho de que el Gobierno mexicano apruebe en promedio solamente 5% de las patentes de sus connacionales, mientras que a Estados Unidos se le estén otorgando 46.58%. Esto habla de la falta de apreciación por la ciencia nacional y la falta de compromiso con los jóvenes talentos que están en busca de oportunidades de crecimiento y desarrollo.