Germinación: ¿Cómo nace una planta?

Como es bien sabido, las semillas son el principal mecanismo de reproducción sexual de la mayor parte de las plantas. Estas semillas tienen la función de multiplicar y perpetuar su propia especie, pero ¿cómo es que se inicia y se sigue el “nacimiento” de un nuevo retoño que de lugar a una nueva planta completa?

Las semillas están constituidas principalmente por un embrión y por compuestos de reserva que son rodeados por cubiertas seminales, aunque esto puede cambiar dependiendo de la especie, teniendo diferentes compuestos y cubiertas. Sin embargo, se ha observado una gran similitud entre semillas de diferentes especies que tienen muchas partes en común.

Principales componentes de semillas dicotiledóneas y monocotiledóneas. (A) Semilla de haba: 1) hipocótilo, 2) radícula 3) plúmula, 4) cotiledón y 5) testa. (B) Semilla de maíz: 1) plúmula, 2) radícula, 3) cotiledón, 4) endospermo, 5) pericarpio y 6) punto de cariopsis.
Fuente: Laboratorio de fisiología y bioquímica vegetal, Universidad Nacional de Colombia.

Para que una semilla cumpla con su objetivo de perpetuar su especie, es necesario que el embrión se transforme en una plántula que sea independiente, por medio de mecanismos metabólicos y morfológicos conocidos ampliamente como germinación. Este proceso de germinación está constituido por tres fases principales: I) Absorción de agua, II) Activación del metabolismo y III) Elongación del embrión.

  • Absorción inicial de agua (Imbibición)

La primera etapa de la germinación inicia cuando entra agua a la semilla desde el medio externo en el que esté. Este proceso se conoce como Imbibición. Este proceso puede ser variable dependiendo de la especie, desde horas hasta inclusive 30 minutos, como es el caso de la planta de apio (Apium graveolens). Se sabe que la entrada de agua es necesaria para que se activen una gran cantidad de procesos metabólicos dentro de la semilla y seguir con las demás etapas de la germinación, sin embargo, si las condiciones del medio lo determinan, este proceso puede ser reversible y la semilla puede volver a deshidratarse sin daño alguno hasta que pueda iniciar una nueva germinación. Las condiciones que pueden intervenir con esta etapa de la germinación pueden ser la falta de agua, exceso de esta, o la temperatura del lugar en que se encuentre la semilla.

  • Activación de metabolismo (sensu stricto)

Una vez que la semilla ya está suficientemente hidratada, se inicia el proceso llamado crecimiento estricto (sensu stricto). Esta etapa se caracteriza por la mínima absorción de agua y la activación del metabolismo de la semilla, movilizando todas sus reservas tanto internas como externas, como lo pueden ser azúcares, proteínas y grasas. Esto ayuda a la planta a comenzar su crecimiento y generar una plántula, la cual sale al medio rompiendo la membrana llamada radícula.

  • Elongación de embrión (Crecimiento)

Esta última fase es donde se observa más notablemente el crecimiento del embrión. El proceso de movilización de nutrientes sigue ocurriendo y es de gran importancia mientras la nueva plántula se desarrolla lo suficiente para que pueda realizar la fotosíntesis. En esta fase de la germinación se observa una abundante absorción de agua, al igual que en sus inicios. Esto le permite a la plántula desarrollarse con mayor velocidad y crecer hasta lo que conocemos como una nueva planta.

Una vez que la plántula se ha desarrollado lo suficiente, se comienza a hacer uso de la fotosíntesis para los procesos metabólicos de la planta y que esta siga creciendo.

¿Cómo se regula la germinación?

Es de importancia mencionar que, durante todo el proceso de la germinación, existen factores que pueden influir en la regulación de la germinación y por tanto el control de este proceso. Los factores principales son la cantidad y calidad del agua, la temperatura del medio en que se sembró la semilla, disponibilidad de oxígeno y una iluminación adecuada para que la semilla y la plántula pueda continuar con su crecimiento. Sin embargo, existen otros factores que son de igual importancia y resulta interesante conocerlos. Estos factores se relacionan con las fitohormonas.

Es bien sabido que las fitohormonas u hormonas vegetales tienen un papel muy relevante en el desarrollo de la germinación, sin embargo, hoy en día aún se siguen investigando los mecanismos exactos en que son usadas. Desde el punto de vista de la germinación, las hormonas pueden dividirse en dos grandes grupos: promotoras de germinación e inhibidoras de la germinación. En el primer grupo destacan las conocidas giberelinas, que promueven la germinación de gran cantidad de semilla, mientras que las sustancias inhibidoras de la germinación, como lo es el ácido absísico impide que este proceso ocurra y sólo es posible iniciarlo cuando se encuentra en bajas concentraciones en el tejido de la semilla.

¿Qué te parece el proceso de nacimiento de nuestras queridas plantas? Sin lugar a duda un proceso complejo y maravilloso que requiere seguir siendo estudiado por especialistas de todo el mundo.

Fuentes:

Matilla, A. J. (2008). Desarrollo y germinación de las semillasFundamentos de fisiología vegetal2, 549.

Suárez, D., & Melgarejo, L. M. (2010). Biología y germinación de semillasExperimentos en fisiología vegetal, 13-25.

Villamil, J. M. P., & García, F. P. (1998). Germinación de semillas. Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

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