Definitivamente las luces navideñas tienen un papel fundamental en el espíritu de la Navidad pero, ¿te has puesto a pensar cuánta luz se gasta? ¿de verdad vale la pena para el medio ambiente?

Iniciemos conociendo un poco sobre esta tradición. En 1882, Edward H. Johnson, amigo de Thomas Alva Edison, armó la primera hilera de luces eléctricas para árboles de Navidad, donde conectó a mano 80 bombillas rojas, blancas y azules y las enrolló alrededor de su árbol. Además, este no solo estaba iluminado, sino que también giraba.

Fue hasta 1903, cuando General Electric, la empresa fundada por Edison, comenzó a ofrecer juegos de luces navideñas preensamblados. Según algunos, encender un árbol de Navidad promedio con luces eléctricas antes de 1903 habría costado aproximadamente $38,500 (pesos mexicanos).
¿Qué es lo que sucede actualmente?
De acuerdo con los datos satelitales de la NASA, en muchas ciudades de E.U, las luces nocturnas brillan 20 – 50 % más durante Navidad y Año Nuevo. Además, un estudio de la Administración de Información Energética (EIA) del Departamento de Energía de E.U, encontró que con el consumo procedente de las luces navideñas, se podrían hacer funcionar 14 millones de refrigeradores.
Por otro lado, conforme a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el consumo de energía eléctrica en los hogares y negocios mexicanos se incrementa un 30% durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Muy bonita la decoración y todo, pero ¿tiene efectos negativos en el medio ambiente?
Según Globe At Night, una organización internacional dedicada a crear conciencia sobre la contaminación lumínica, la iluminación exterior excesiva tiene numerosos efectos adversos en el planeta: elimina la visibilidad de las estrellas del cielo, altera los ecosistemas de vida silvestre nocturna y desperdicia energía.
Incluso puede tener efectos negativos en la salud humana, dificultando el sueño, cambiando la cantidad de melatonina (hormona que regula el ciclo del sueño) producida, provocando dolores de cabeza y aumento de la ansiedad.
No todo está arruinado, lo anterior no fue para decirte que mejor te conviertas en el Grinch, al contrario, ¡tengamos navidades conscientes!
Consume de manera responsable y utiliza bombillas LED, pues consumen entre un 75-80% menos energía que las incandescentes, además tampoco se calientan tanto como las normales, que pueden representar un riesgo potencial de incendio. De ser posible, opta por utilizar otro tipo de decoración, como adornos, plantas artificiales, etc.