Decir que el perro es el mejor amigo del hombre es algo que hemos escuchado en todos lados. Y lo hemos visto muchas veces: siempre fiel, atento, protector, y con muchas virtudes que nos hacen pensar en el perro como el mejor animal de compañía (si no es que el más popular) para el ser humano.

Al ser uno de los primeros animales domesticados, el perro tiene uno de los más distinguidos lugares dentro de la historia humana. Sin embargo, se desconoce cuándo fue que el perro y el hombre se volvieron inseparables en la historia del reino animal.
Pero un estudio de ADN podría haber dado ya la respuesta al momento de la historia en que humano y canino hicieron mancuerna. De acuerdo al científico Anders Bergström*, del The Francis Crick Institute de Londres**, bien pudo haber sido hace 11,000 años de este importante acontecimiento.
«El perro es el animal domesticado más antiguo y tiene una relación muy larga con los humanos. Por lo tanto, comprender la historia de los perros nos enseña no sólo su historia, sino también nuestra historia«
Anders Bergström, investigador del The Francis Crick Institute de Londres.
¿Por qué el trabajo de Bergström es importante para esta investigación?
Bergström tiene ya mucho tiempo trabajando con la genética. Hombre apasionado por la historia desde el punto de vista de este campo de estudio de la biología, su trabajo lo ha enfocado en zonas como Australia y Nueva Guinea, donde ha buscado hallar un punto de la historia basado en el trabajo genético dentro de las poblaciones humanas, por lo que no es raro que busque estudiar la relación entre las especies humana y canina.

En este ejercicio, Bergström y sus asociados compararon genomas humano y canino ubicados históricamente en el Paleolítico, por lo menos. Estos datos muestran que los perros han acompañado al hombre en los variados asentamientos humanos establecidos por todo el mundo después de las épocas de glaciaciones. Como ejemplos de ello, en 2016 se estudiaron estas relaciones en la zona de Eurasia, mientras otro estudio, hecho en 2018, tomó lugar en América del Norte, donde al parecer, la domesticación no se hizo sobre los lobos nativos de la región, sino que una raza de perro que podía tirar de trineos fue la que permitió las relaciones perro-humano en la zona norte de nuestro continente.
Conocer la historia de los perros con la de nosotros es interesante, y darse cuenta de que no tiene mucho tiempo de que ellos hicieron equipo con nuestros ancestros, es también entender la nobleza de la interacción que tenemos. Por lo que podemos comprender un poco más a nuestro mejor amigo, y reforzar aún más nuestra amistad.
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*Anders Bergström es un genetista graduado del Wellcome Sanger Institute y la Universidad de Cambridge, donde estudió la variación genética e historia de las poblaciones humanas enfocada particularmente a Australia y Nueva Guinea. Ha hecho un posdoctorado en el Instituto Francis Crick, y trabaja actualmente en genomas de evolución humana usando ADN antiguo y actual, así como el estudio de la historia genética de perros y lobos. (Traducido del inglés). Puedes contactarlo, como lo dice su sitio en el Francis Crick, al correo electrónico anders.bergstrom@crick.ac.uk.
**El Francis Crick Institute es un instituto de descubrimientos biomédicos dedicado a entender los mecanismos científicos de las entidades vivientes. Su trabajo ayuda a comprender por qué se desarrolla una enfermedad, y busca nuevas maneras de tratarla, diagnósticarla y de prevenir males como el cáncer, enfermedades cardiacas, infartos, infecciones y enfermedades degenerativas. (Traducido del inglés).
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