Tardígrados, dominadores del espacio

Las Tardígrados, descubiertos en 1773, son un filo de pequeños invertebrados que pertenecen al tipo Articulata. Pueden ser encontrados alrededor de toda la tierra y pueden habitar muy diversos ambientes, desde los más profundos océanos a las montañas más altas. También son conocidos como osos de agua, son pequeños invertebrados cilíndricos de unos 2.0mm de largo y su cuerpo posee una cutícula flexible.

No obstante ser tan pequeños, tienen una estructura interna muy complicada, poseen un sistema digestivo completamente adaptado para consumir algas, bacterias, hongos o pequeños invertebrados. Tienen un sistema nervioso bien desarrollado, además de varios órganos sensores como ojos y quimioceptores.

Actualmente, se conocen aproximadamente 1200 especies de tardígrados, sin embargo se estima que son muchas más. Este filo está dividido en dos clases, Eutardigrada y Heterotardigrada, Eutardigrada consiste principalmente en especies terrestres y de agua dulce, su cuerpo es translúcido o blanquecino y está cubierto de una cutícula flexible Heterotardigrada en cambio, tiene especies marinas y terrestres, su cuerpo está cubierto con una cutícula que produce varios tipos de placas.

¿Qué los hace tan especiales?

Los tardígrados no viven solamente en agua dulce y agua marina, sino también en ambientes terrestres; pueden ser encontrados en fango, líquenes y hasta en suelo seco. En esta situación, las especies terrestres necesitan una fina capa de agua alrededor de su cuerpo para mantenerse activos, estas especies han desarrollado mecanismos que las protegen de la de la deshidratación, esto es, la habilidad de entrar en una especie de hibernación. Existen múltiples tipos de esta «cryptobiosis» de las que son capaces estos fantásticos seres, pueden resistir ambientes sin oxígeno, a altas temperaturas, a altas cantidades de sal o la ausencia de agua.

En este último estado, dada la ausencia de agua, su actividad metabólica cae disminuye hasta niveles muy bajos. Este estado de latencia, puede ocurrir cuando son huevos, o también en repetidas ocasiones en el estado adulto. El estado de anhidrobiosis, proteje al tardígrado no solo ante la ausencia de agua, sino ante múltiples factores como altas o muy bajas temperaturas, diferentes tipos de químicos e incluso radiación.

Para alcanzar este estado, el oso de agua tiene qué atravesar una fase preliminar, durante la cual el cuerpo del tardigrado pasa por una serie de cambios anatómicos y metabólicos, necesarios para la supervivencia ante estas condiciones tan adversas. Los cambios son fáciles de observar, por ejemplo la deshidratacion del cuerpo, donde se pierde agua y se forman varios surcos alrededor del cuerpo, con el propósito de reducir la superficie de evaporación y además reduce la pérdida del agua líquida que le queda.

El animal más resistente de la tierra

La habilidad de entrar en estado de hibernación, permite al tardígrado a sobrevivir a muchos factores desfavorables, así, son capaces de vivir de 9 a 20 años en este estado. De manera interesante, la mayoría de las muertes de tardígrados, se sufren al entrar en dicho estado y no durante la hibernación en sí misma. Los osos de agua son capaces de sobrevivir a temperaturas abrumadores desde -272.8°C hasta alrededor de 150°C por más de quince minutos. Además de resistir bajas y altas presiones atmosféricas, resistir rayos X y radiación ultra violeta.

Todas las habilidades antes mencionadas, causaron a los científicos una gran conmoción, y empezaron a trabajar en la idea de que los tardígrados pudiesen sobrevivir en el espacio exterior, además de sugerir que existe aun una mayor capacidad de los tardígrados de la que hemos observado. Se ha sugerido también, que los tardígrados en estado de deshidratación, podrían sobrevivir a las condiciones de un meteorito y viajar a través del espacio, pudiendo ser un indicio de la teoría de la panspermia, la cuál sugiere que la vida en la tierra es producto de una colonización ajena a este, nuestro planeta.

La evidencia sugiere que esto sería posible y las investigaciones continuarán a lo largo de los años, además, no conocemos con claridad los procesos de protección y reparación ante condiciones desfavorables. Conocer los genes responsables de estos mecanismos es un paso muy importante para próximas investigaciones astrobiológicas, especialmente si pudieran ser extrapolados a vertebrados. Sin duda los osos de agua son animales extraordinarios, aun si su estudio no puede aportar nada para los viajes espaciales, su comprensión es un tópico que promete ser muy interesante.

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