Daniel Marín Quiroz es un joven estudiante de preparatoria del Instituto Tecnológico de Monterrey que ha puesto el nombre de méxico en alto al haber sido admitido en 9 de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos, de las cuales 6 de ellas perecen al grupo «ivy league».

Daniel no sólo consiguió ser admitido en Harvard, Stanford, Columbia, University of pennsylvania, Duke, Brown, Dartmouth, Rice University y Yale, también logró que todas ellas, a excepción de Yale que ofreció un 92%, le otorgaran una beca del 100% e incluso Harvard y Stanford ofrecieron pagar todos sus gastos de residencia y comida mientras se encontrara estudiando allá.

“Columbia y Yale me han invitado a Nueva York y New Haven todo pagado para conocer sus instalaciones, Duke me ha nombrado “Karsh International Scholar” que es una beca todo pagado para estudiar en la universidad»

Daniel tuvo que completar un proceso de admisión extenso en el que tuvo que atender más de una decena de entrevistas en persona y por Skype, además de entregar cartas de recomendación por parte de algunos de sus profesores.

Alcanzó, también, el puntaje requerido en los exámenes SAT Math, SAT Math 2 y SAT Physics, que son parte del proceso de aplicación a estas universidades.

«Rice me nombró «Trustee Distinguished Scholar» que me ofrece también una beca por mérito científico, y Columbia me nombró “Egleston Scholar” que me proporciona tutores personales y financiamiento para investigaciones, viajar a conferencias en el extranjero, o financiar proyectos personales como una startup”,

Daniel cuenta con logros personales asombrosos como ser dos veces medallista de oro en la olimpiada nacional de Física obteniendo, la segunda vez, el puntaje más alto de México. También se ha destacado en competencias nacionales e internacionales de matemáticas.

Mi decisión sobre dónde estudiaré los siguientes cuatro años de mi vida se encuentra en este momento entre Harvard y Stanford. Estudiaré economía, ciencias computacionales y física teórica en la universidad”

Daniel es un gran orgullo para México y un claro ejemplo de que las cosas grandes no sólo se sueñan.

– A. Ivana Arbeláez