
No, no es el título de una saga de libros o películas. Para empezar, John Craig Venter no es un personaje de ficción, sino uno de los más reconocidos genetistas del planeta, famoso por haber sido uno de los artífices del descubrimiento del genoma humano.
Venter, nacido en 1946 en Utah (Estados Unidos), nunca ha sido un científico común. En su juventud no era muy afecto a hacerle caso a la ciencia, prefería pasar sus tardes en botes o surfeando; tampoco era el estudiante más dedicado de la clase, pues John era de notas regulares.
Para cuando Estados Unidos entró al conflicto bélico contra Vietnam, John fue de los primeros jóvenes en el país que se proclamaba en contra de una guerra que pasó a los anales de las infamias humanas, una guerra innecesaria e históricamente considerada como una vergüenza a nivel mundial. Desafortunadamente para John, al Ejército le importó muy poco y de todas maneras lo metió al combate.
John regresó, hecho un veterano de guerra, pero ahora él sentía que tenía una misión muy distinta a las bélicas. Tomó la genética como un nuevo campo a explorar, se unió a un grupo de valientes y dedicados expertos hombres de ciencia y comenzó a trabajar en mejorar las expectativas de vida de la gente. Cabe aquí especula que lo que haya visto en Vietnam puede haberlo inspirado a perseguir este fin.
El utaheño estaba determinado a lograr grandes cosas mediante la genética. Tiempo después de haber puesto sus miras en la grandeza de la ciencia en pos del bienestar de la humanidad, lo logró: el hombre y su equipo dieron con un mapa genético que terminaría siendo estudiado más a fondo en los años siguientes: ¡el genoma humano había sido descubierto!

Lo que John y su equipo habían hecho, nadie nunca lo había logrado. Si bien la genética había puesto sus ojos en otros campos biológicos como la herencia, el veterano de guerra utaheño había optado por el estudio del ser humano. La fascinación de Venter por este logro incluso lo llevó a crear vida sintética, cuando en su laboratorio recreó el ADN completo de la bacteria Mycoplasma mycoides.
Pero ahí no acabaron los alcances de la emoción de Venter y sus asociados. En 2010, el equipo del científico desarrolló una especie de alga capaz de retener dióxido de carbono para convertirlo en hidrocarburos, mismos que posteriormente podrían terminar siendo procesados en refinerías; la solución pretendía contrarrestar la desmedida dependencia de petróleo experimentada por nuestros sistemas económicos actuales.
Hoy día, aquel joven que durante sus primeros años de vida prefería una tabla de surf a un laboratorio, dirige un instituto bautizado con su nombre: el John Craig Venter Institute, con instalaciones en La Jolla (California) y en Rockville (Maryland), donde es el director de varios proyectos científicos enfocados al tratamiento de enfermedades y problemas de salud humana.

Por último, les dejamos algunas curiosidades sobre el genoma humano:
- La humanidad comparte el 99.9% de los genes.
- Tomaría 50 años transcribir el ADN de una persona.
- El genoma ocuparía 3 GB en una computadora.
Un comentario en “John Craig Venter y el genoma humano”