Formar una empresa de desarrollo de software es quizá el sueño de la generación Y (millennial), muchos de nosotros lo tenemos; y que esa empresa sea reconocida entre el público a nivel regional (mínimo) completaría el final feliz de nuestro cuento de hadas (además de darnos un trofeo en nuestra vitrina de egos).
Toda empresa, por pequeña o grande que sea, empezó siendo una empresa emergente (startup). Juntar a un equipo de personas que crea en tu idea no es tarea fácil, ya que siempre impera el miedo sobre si la startup crecerá, progresará y evolucionará. Apple, Facebook y Google empezaron siendo startups y, como cualquier empresa que va iniciando, el principal problema siempre fue el dinero.
En el caso de Google, por ejemplo, pudiera yo decir que el dinero era lo de menos porque sus dos principales fundadores (Larry Page y Sergey Brin) sabían muy bien que su idea de realizar un motor de búsquedas en internet y hacer de éste un gran contenedor de información, a futuro, les iba a dejar mucho capital (y no se equivocaron). Me imagino que asimismo los otros empleados fundadores sabían también del potencial de esta idea y decidieron apostarle a ella (aún teniendo sus dudas al respecto).
Sin embargo, una vez que tu startup crece y evoluciona a algo más serio, muchos de los empleados que empezaron contigo ya no están, y esto se puede deber a muchas situaciones. Generalmente uno pensaría lo contrario.
De vuelta con el caso de Google, aparte de Sergey y Larry, otros miembros fundadores siguieron estando en esta empresa: Urs Hölzle (máximo responsable de infraestuctura técnica), Salar Kamangar (vicepresidente de YouTube y Video), Joan Braddi (vicepresidenta de la división de Product Partnership) y Susan Wojcicki (directora general de YouTube).
A algunos, el fundar Google les sirvió de experiencia para brincar a puestos más altos. Tal es el caso de Craig Silverstein, quien es responsable del área de infraestructura de Khan Academy; o Marissa Mayer, quien fungió como directora general de Yahoo!
Otros empleados prefirieron cambiar de aires y migrar a puestos muy diferentes a los de su perfil académico. Georges Harik, por ejemplo, es ingeniero de software, pero ahora es fundador de imo.im y es inversor de capital de riesgo.
Y de los otros miembros fundadores, pues casi no se sabe nada. Kendra DiGirolamo duró muy poco en Google (1999-2001) y, según su perfil de LinkedIn, actualmente se encuentra como analista de sistema de negocio en Driscoll’s. Larry Schwimmer estuvo en la empresa desde 1999 hasta 2005, y en la actualidad no se sabe a qué proyecto esté dedicándose (o si está trabajando).
Ya para finalizar, no te preocupes si cuando vas iniciando tu empresa empieza a haber bajas en tu plantilla laboral. Google las tuvo, Facebook y Apple las tuvieron (y en ambos los casos daban cabida a que se escribiera una novela de drama). Lo importante aquí es que le dejes a tus empleados las herramientas necesarias para que su formación académica y profesional crezca y te ayuden a crecer a ti como persona (y también a la empresa); y, sobre todo, que no se estanquen en cierta actividad (o inclusive en la misma empresa).
Nota.-
Dale un vistazo a este artículo, en inglés, acerca de los primeros 19 empleados de Google.
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