La ciencia de datos (data-driven science) y la inteligencia de datos o macrodatos (big data) son dos tecnologías poco conocidas en nuestro país, muchas personas las confunden y creen que son lo mismo, cuando en realidad son dos temas distintos pero que se complementan. Entonces, el día de hoy aquí le daremos respuesta a la importante pregunta: ¿en qué consiste cada una de ellas?, así como ¿en qué se diferencian?, ¿qué las une?, ¿cuál es su relevancia para el día a día?

¿Qué es la inteligencia de datos?
La inteligencia de datos es la gestión y el procesamiento de datos generados por todo tipo de sensores conocidos en el mundo, y que ahora encontramos en la palma de nuestra mano en forma de teléfonos inteligentes o cualquier otro dispositivo móvil. Estos datos de los que hablamos pueden ser alteraciones climáticas, actividades en las redes sociales, registros de compra, transacciones bancarias, señales de GPS y un largo etcétera.
Y, para procesar toda esta información, se debe ir más allá de las bases de datos o bases de datos relacionales, los centros de datos y su funcionamiento. La inteligencia de datos permite obtener resultados que no estaban disponibles con los servidores anteriores y que sin ella llevaría mucho más tiempo obtener; para realizar dichas hazañas, es necesario variar las estructuras convencionales.
¿A qué nos referimos cuando hablamos de ciencia de datos?
Para muchos, la ciencia de datos engloba e integra diferentes campos de conocimiento, llámense teorías aplicadas, computación, estadística y el área de dominio relacionada con los datos que se están requiriendo. Sin embargo, en el ámbito educativo tiene otra definición, pues un científico/a de datos es el/la profesional formado/a en ciencias, matemáticas y estadística.
Se trata, pues, de alguien que domina la programación y sus diferentes lenguajes, ciencias de la computación y analítica, también debe tener la capacidad y los conocimientos necesarios para comunicar sus hallazgos a medida que los tiene, no sólo desde un enfoque tecnológico sino también orientado a los negocios. En suma, debe dominar la tecnología y las bases de datos para modificar y mejorar la orientación de los negocios de la empresa para la que trabaja.

El/la científico/a de datos analiza, interpreta y comunica las nuevas tendencias en su área específica y las traduce para que así la compañía adapte sus productos o servicios a fin de brindar un mejor servicio y captar un mayor numero de clientes.

¿Por qué son importantes para mí y para ti, lector?
Para empezar, en México la ciencia no ocupa un lugar muy valorado entre la sociedad, pues es mas fácil que la población crea y entienda de astrología, brujas, fantasmas o vampiros que sobre los hechos científicos que nos rodean y forman parte de nuestro día a día, como la fotosíntesis de las plantas, el movimiento de los planetas o, en este caso, el procesamiento de datos y las arquitecturas computacionales detrás del procesamiento de grandes cantidades de información.
Hoy en día es de vital importancia el manejo de información, por este motivo es necesario capacitar a nuevos profesionales que sean capaces de desempeñar esta tarea de manera responsable y ética, dentro de un entorno controlado y sin causar daños a terceros, dado que el manejo de datos no es algo que se pueda tomar a la ligera. El ciudadano común, por su parte, debe estar enterado y ser consciente de que existen diversas implicaciones y consecuencias detrás de cada clic, cada «compartir», cada transacción.
«La moral es la ciencia que enseña, no cómo hemos de ser felices, sino cómo hemos de llegar a ser dignos de felicidad.»
Immanuel Kant
Un comentario en “Ciencia e inteligencia de datos, tecnologías emergentes en México”