Facebook confirmó el pasado jueves 29 de marzo que utiliza herramientas automatizadas para escanear los chats dentro de su aplicación Messenger, a fin de buscar enlaces con malware e imágnes de pornografía infantil. De la misma manera, permite a los usuarios reportar conversaciones que puedan violar los estándares de la comunidad; para ello se cuenta con los moderadores de la compañía, quienes pueden revisar los mensajes que hayan sido marcados por los usuarios o por el sistema automático.
«El contenido de las conversaciones entre la gente no es utilizada con fines comerciales.»
«No escuchamos tus llamadas ni supervisamos tus videollamadas.»
Portavoz de Facebook
No obstante, la actualización de Facebook a su política de datos declara que recolecta el contenido, comunicaciones y cualquier otra información que cada usuario provee cuando está conversando con otros usuarios. Aunque la compañía recalca que la privacidad de nuestros datos es prioritaria, no es algo que pueda ser pasado por alto tan fácilmente, debido al reciente problema viral sobre datos obtenidos por Cambridge Analytica.
Dicha anomalía dejó una herida muy grande en Facebook que ha generado desconfianza en muchos de sus usuarios. Sabemos que realizan estos procedimientos con los fines que indican, para mantenernos seguros, pero ahora lidian con un problema que resalta sus vulnerabilidades y debilita la confianza de los usuarios, de manera que resulta complicado creer que sólo se utilizará con los fines oficialmente señalados.
En cuanto a la seguridad de nuestros datos, no podemos estar totalmente seguros de qué uso se les da y seguir tendencias como #deletefacebook no resuelve nada, ya que nuestros datos siguen ahí. La mejor recomendación que se puede seguir es continuar con el servicio pero teniendo un extremo cuidado en torno a los datos que estamos ingresando, además de cerciorarnos de no estar regalándolos a empresas de este nivel. Siempre hay que recordar: cuando el producto es gratis, tú eres el producto.
Debemos educarnos a nosotros mismos para hacer un buen uso de las excelentes herramientas que nos provee internet, es nuestra responsabilidad cuidarnos. No se trata de satanizar las redes sociales, ni generar un miedo a ellas, basta con tener cuidado con las actividades que realizamos en internet, recordar lo importantes que son nuestros datos y no perder control sobre quién queremos que tenga acceso a estos.
En la seguridad informática existe una balanza, donde de un lado tenemos comodidad y del otro seguridad. A mayor comodidad de uso, menor es la seguridad que tenemos. No regalemos nuestra información privada sólo por tener un acceso fácil a cualquier sitio web.