Dos teóricos relativistas presentan sus distintos puntos de vista sobre el universo, su evolución y las repercusiones de la teoría cuántica: Stephen W. Hawking y Roger Penrose.
Estos comparten un gran acervo físico en común, puesto que Penrose estuvo en el comité de la tesis doctoral de Hawking en Cambridge, sin embargo estos dos conferencistas tendieron a una visión diferente en la mecánica cuántica y su repercusión sobre la evolución del universo.
Un claro ejemplo de ello fue que en las discrepancias concretas de Hawking y Penrose se refiere a lo que suceda con la información almacenada en los agujeros negros y a lo que distinga el inicio del universo de su final.
Uno de los principales descubrimientos de Hawking, realizado en 1973, es que los efectos cuánticos pueden provocar que los agujeros negros emitan partículas. El agujero negro se evaporaría en tal proceso, de manera que al final puede que no quedase nada de su masa original. Pero, durante su formación, los agujeros negros engulleron una gran cantidad de datos, como son los tipos, las propiedades y las configuraciones de las partículas que cayeron en ellos. Entonces la teoría cuántica exige que esta información se conserve, cual sea en último término su destino sigue siendo un tema muy debatido.
Por lo tanto estos dos físicos creen que cuando el agujero negro irradia pierde la información que contenía, pero a pesar de estos tienden a inferir de manera distinta, ya que de un lado se encuentra Hawking diciendo que está perdida de información es irrecuperable, mientras que Penrose insiste en que este se encuentra un equilibrio gracias a las mediciones espontaneas de estados cuánticos que reintroducen información en el sistema.
Otra de sus discrepancias abordando este tema y dando argumentación a sus puntos de vista fue el momento en el que se daban cuenta que se es necesario una futura teoría cuántica de la gravedad para describir la naturaleza; en el pensamiento de Penrose se da a conocer que las fuerzas fundamentales de la física de partículas son simétricas en el tiempo, es decir, que no cambiarían aunque el tiempo se invirtiese, puesto que la gravedad cuántica violara esta simetría y por lo tanto esta simetría temporal seria la explicación del porque el universo era tan uniforme en sus inicios, así como sucede en la radiación del microondas remanente de la gran explosión, mientras que al final tendría que estar muy desordenado.
Pero por la contraparte, Hawking está de acuerdo en que la gran explosión y la gran implosión final han de ser distintas, pero no acepta una asimetría temporal de las leyes de la naturaleza y cree que la razón básica de la diferencia ha de encontrarse en la manera de estar programada la evolución del universo, sin embargo, se postula una especie de democracia cuando afirma que ningún punto del universo puede ser especial; por tanto, el universo no puede tener fronteras. Esta propuesta de “no-frontera” es la que, según Hawking, explica la uniformidad de la radiación de fondo de microondas.
Finalmente en su interpretación de la mecánica cuántica, dan su opinión con respecto a que Hawking considera que lo único que tiene que hacer una teoría es proporcionar predicciones que casen los dos lados; no obstante, Penrose dice que no basta con comparar las predicciones y los experimentos para explicar la realidad.
Es así como nuestros dos investigadores retoman los hilos de los famosos debates que se produjeron entre Einstein y Niels Bohr sobre las extrañas implicaciones de la teoría cuántica.