¿Por qué la Luna me sigue?

Todos alguna vez, de niños, al estar viajando en un carro y voltear a ver la Luna, descubrimos que esta nos seguía a donde quiera que fuéramos, y quizá, si eras de los curiosos, intentaste correr más rápido para ver si podías escapar de ella, pero ¡oh sorpresa! Te diste cuenta que, siempre te acompañaría.

Ahora que estás mayor, ¿ya sabes por qué la Luna te sigue? ¿o simplemente dejaste de cuestionarlo? Nunca es tarde para aprender algo nuevo, así que si quieres saber la razón, continúa leyendo esta nota.

Para entender de una manera sencilla lo que está ocurriendo, imagina que tienes 8 años, vas en un auto y estás contemplando todo lo que tienes a tu alrededor.

Acabas de pasar tu zona favorita de la ciudad, y observas cómo vas dejando atrás a otros carros, árboles, edificios e incluso personas, sin embargo, la Luna se muestra fiel permaneciendo junto a ti, ¿por qué no se queda atrás como todo lo demás?

Una escena del parque en la noche. | Vector Gratis
«Acabas de pasar tu zona favorita de la ciudad…» Fuente: Internet

Ahora presta mucha atención a lo que está pasando, pues veremos esta película en cámara lenta. Nota cómo los postes de luz pasan rápidamente en dirección contraria a tu movimiento, y cómo los árboles, situados un poco más lejos de ti, pasan con menor velocidad, sucediendo lo mismo con los edificios.

Paisaje noche calle ciudad parque brench | Vector Premium
«Nota cómo los postes de luz pasan rápidamente en dirección contraria a tu movimiento…» Fuente: Internet

Incluso, si tienes oportunidad de ver montañas, parecerá que apenas y se mueven, de manera que, entre más lejanos se encuentren los objetos de ti, notarás que su desplazamiento se ralentiza. A este efecto se le conoce como paralaje, y es el causante de que, respecto a ti, la Luna parezca no moverse.

Iluminada por la noche, carretera vacía en dibujos animados del desierto |  Vector Gratis
Los objetos lejanos parecen moverse más lentamente que los objetos cercanos. Fuente: Internet

Por obvias razones este efecto es directamente observado con la Luna, no obstante, en el caso del Sol sucede lo mismo, y con mayor razón, pues está a una distancia de ¡150 millones de km de ti!

Otra manera de percibir este efecto es extendiendo tu brazo y colocando el dedo índice hacia arriba, cierra un ojo y observa tu dedo, en seguida haz lo mismo con el ojo contrario. Seguramente ya te percataste que parece que tu dedo cambia de posición con respecto al fondo, el cual permanece fijo. Ahora acerca tu dedo hacia ti y realiza lo anterior, te darás cuenta que la distancia aparente se ha vuelto mayor.

Un dato interesante sobre este fenómeno es que es el más simple para calcular distancias estelares, no obstante, solo es aplicable a estrellas relativamente cercanas.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s