Todos hemos mentido, sean las llamadas mentiras piadosas o mentiras de altas dimensiones, a algunos se les dan mejor que a otros, pueden aparentar cierta naturalidad en sus discursos o movimientos corporales, etcétera. Lo que es común siempre al mentir es la intención, al mentir sabemos que lo hacemos a propósito, un estudio ha encontrado de alguna manera saber si en un discurso una persona tiene esa intención de mentir.
Investigadores de ingeniería de Dartmouth desarrollaron un nuevo enfoque en la detección de la intención de un orador. Si bien ya se han estudiado las mentiras, no se había estudiado la intención del orador, que es lo que determina el engaño. Por ejemplo, puede que alguien nos diga algo erróneo pero con intenciones benignas, ya sea que este mal informado o no recuerde bien.

Para ilustrar su investigación los autores dan de ejemplo la película de 2001, Ocean’s Eleven (La gran estafa). La película trata de unos ladrones que roban a un banco, tratan de negociar con el propietario diciéndole que si no llama a la policía robarán la mitad del dinero, sin embargo el propietario la llama pero los ladrones se disfrazan de policías para robar la totalidad del dinero.
«La gente espera que las cosas funcionen de cierta manera […] al igual que los ladrones sabían que el dueño llamaría a la policía cuando descubriera que lo estaban robando. Entonces, en este escenario, los ladrones usaron ese conocimiento para convencer al propietario de llegar a una cierta conclusión y seguir el camino estándar de las expectativas. Forzaron su intento de engaño para que el propietario llegara a las conclusiones que los ladrones deseaban».
Eugene Santos Jr., coautor y profesor de ingeniería en la Escuela de Ingeniería Thayer en Dartmouth.

Hasta ahora se han tenido a las expresiones corporales y verbales para poder detectar una mentira, sin embargo no son del todo confiables.
«Hemos encontrado que los modelos basados en la intención de razonamiento son más confiables que los cambios verbales y las diferencias personales, y por lo tanto son mejores para distinguir las mentiras intencionales de otros tipos de distorsión de la información».
Deqing Li, quien trabajó en el papel como parte de su tesis doctoral en Thayer.
«Hasta donde sabemos, nuestro algoritmo es el único método que detecta el engaño y al mismo tiempo discrimina los actos maliciosos de los actos benignos» dijo Santos. Su algoritmo se basa en recuperar las características benignas al obtener las características universales del razonamiento engañoso.
Santos cree que el marco del estudio aún puede desarrollarse más para ayudar a lectores a distinguir y examinar la intención de las “noticias falsas” además de analizar el efecto dominó y los impactos que tiene la desinformación.
Artículo original aquí.
Journal of Experimental & Theoretical Artificial Intelligence donde se publicó la investigación original.
Un comentario en “Una nueva forma de reconocer las mentiras”