El próximo lunes 21 de diciembre, coincidiendo con el Solsticio de Invierno (el día más corto en el hemisferio norte) se observará durante la noche un espectáculo increíble: la conjunción de los planetas Saturno y Júpiter. Como se mencionó en un artículo anterior, esta conjunción es resultado del movimiento de traslación. Una aproximación entre estos dos cuerpos celestes como nunca antes había sucedido, al menos desde el año 1623, en tiempos de Galileo Galilei, el primer ser humano en utilizar el telescopio para observar los planetas y estrellas.

Júpiter y Saturno parecen cruzarse entre sí en el sistema solar, una vez cada 20 años, vistos así desde una perspectiva como observador en la Tierra. En las últimas semanas, estos planetas se han alineado y aproximado hasta parecer en posición uno sobre el otro, «Júpiter eclipsado por Saturno». Por lo que, durante la noche del solsticio de invierno, el resultado parecerá observarse una clase de sistema de dúo planetario o una estrella muy brillante, también conocida como «Estrellas de Belén» o «Estrella de Navidad«, bautizada así debido a creencias religiosas.

Entonces, ¿qué hace tan sorprendente este evento? Pues han pasado 400 años desde que estos astros pasaron tan cerca uno del otro y casi 800 años desde que la alineación y aproximación entre Júpiter y Saturno ocurrió durante la noche para lograr ser observada, como ocurrirá este año. Además el solsticio de invierno es la noche más larga del año. Por tanto, esta extraña coincidencia dará la oportunidad a millones de personas alrededor del mundo para mirar este extraordinario fenómeno astronómico conocida como «La Gran Conjunción«, nombrada así por astrónomos de la NASA (la Agencia Espacial Estadounidense).

En astronomía, el término Conjunción se utiliza para referirse en el momento cuando dos astros o cuerpos celestes, en este caso planetas, observados desde un tercero (por lo general desde la Tierra) se encuentran en la misma Ascensión Recta (AR). La AR es al cielo, lo que la longitud es a la superficie de la Tierra, es decir, se encuentran alineados con base al ángulo medido sobre la eclíptica. Una línea curva imaginaria recorrida por el Sol alrededor de la Tierra, en dirección de este a oeste, durante un año respecto al aparente inmóvil del cielo nocturno. La AR se suele medir en horas, minutos y segundos, aunque también se mide en grados sexagesimales y su valor está entre 0° y 360°. Una hora equivale a 15°.

La alineación más próxima de Saturno y Júpiter tendrá un AR de una décima de grado (°) y ocurrirá el día lunes 21 de diciembre. Para medir la distancia y el tamaño aparente de un objeto celeste con base a su AR, equivalente a 1°, sin necesidad de utilizar un mapa celeste o una aplicación astronómica de un smartphone, con el dedo índice extendiendo el brazo se cubrirá de forma fácil al «Eclipse de Planetas». Una Luna Llena equivale a 0.5°.

¿Y a qué dirección del cielo y cómo observar este fenómeno? Mirando en dirección hacia el suroeste, después del atardecer, se ubicará la gran conjunción. Por su gran luminosidad se podrá observar sin necesidad de un telescopio o binoculares. Sin embargo, es importante que se realice desde un sitio despejado como un parque, o un lugar alto, como un edificio o cerro, sin nada enfrente que obstaculice la visión y, en lo posible, con poca contaminación lumínica.

Para saber qué tan alto se elevará nuestro objetivo en el cielo, se mide la Declinación (Dec) utilizando la mano para realizar un cálculo aproximado al igual que el AR. Las unidades de la Dec son los grados, arcominutos, y arcosegundos. (Hay 60 arcominutos en 1° y 60 arcosegundos en 1 arcominuto). La Dec es al cielo, lo que la latitud es a la posición de norte a sur de la Tierra. Para medir el ángulo que forma el cuerpo celeste con el plano de la elíptica (la línea del horizonte), se utiliza el dedo pulgar y el dedo índice, extendiendo el brazo, con el fin de formar una «L» equivalente a 15°. Conforme pasen las horas a partir del atardecer la Gran Conjunción se podrá observar a una Dec de rango entre 15° y 30° en el periodo desde las 18 hasta las 20 horas des la Ciudad de México. Por tanto, se ocultará rápido así que debemos aprovechar para observar a Júpiter y Saturno en el mismo campo de visión de un telescopio.

Júpiter y Saturno, junto con Urano y Neptuno, son conocidos como los gigantes gaseosos, llamados así por su composición química y geología planetaria, siendo Júpiter el más grande de todos. Además, es el planeta más grande del Sistema Solar y es el quinto más alejado del Sol, le sigue Saturno en tamaño y distancia de nuestra estrella. Ambos son los colosos de nuestro vecindario cósmico. En el año 1610, el astrónomo Galileo Galilei apuntó con su telescopio al cielo nocturno y descubrió las cuatro lunas de Júpiter: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Ese mismo año, él también descubrió un extraño óvalo alrededor de Saturno. Observaciones posteriores realizadas por otros astrónomos determinaron que eran sus anillos. Estos descubrimientos cambiaron el pensamiento en el que la humanidad entendía los confines de nuestro universo.

Desde nuestro punto de vista en la Tierra, los enorme gigantes gaseosos aparecerán muy juntos, pero permanecerán separados por cientos de millones de kilómetros en el espacio. Y mientras que la conjunción ocurre el mismo día que el solsticio de invierno, el momento sólo es una coincidencia, basado en las órbitas de los planetas y la inclinación de la Tierra.

La próxima conjunción más intensa entre estos dos planetas será en el año 2080, por tanto, debemos aprovechar esta oportunidad para observarla y mantener una vista lo más saludable posible durante los próximos 60 años.